MOTOCICLISMO Gran Premio de Cataluña

"No sabía que era la última vuelta"

Crivillé terminó la carrera sin creérselo, justo antes de darse un peligroso baño de multitudes cuando el público invadió la pista. "No sabía que ésta era la última vuelta, de verdad", explicó. Al parecer, el cuentavueltas que hay en la recta no se veía bien o no funcionaba, y el piloto tampoco pudo leer las instrucciones de su equipo en la pizarra que se le muestra cada vez que pasa por la línea de meta. "Menos mal que ataqué en ese momento. Sabía que faltaba poco, y cuando tienes la posibilidad de ganar nunca debes conformarte", dijo Crivillé ante quienes le plantearon si no es momento de s...

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Crivillé terminó la carrera sin creérselo, justo antes de darse un peligroso baño de multitudes cuando el público invadió la pista. "No sabía que ésta era la última vuelta, de verdad", explicó. Al parecer, el cuentavueltas que hay en la recta no se veía bien o no funcionaba, y el piloto tampoco pudo leer las instrucciones de su equipo en la pizarra que se le muestra cada vez que pasa por la línea de meta. "Menos mal que ataqué en ese momento. Sabía que faltaba poco, y cuando tienes la posibilidad de ganar nunca debes conformarte", dijo Crivillé ante quienes le plantearon si no es momento de ser prudente y pensar en el título. "Esta victoria es importante, y más por ser en casa, pero el campeonato aún es largo".

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Sin embargo, su ventaja resulta pesada para sus contrincantes. 55 puntos, cuando cada victoria se premia con 25, son una renta confortable. Y más si se considera que sus principales rivales no son regulares. Biaggi, que le acosó en la anterior carrera en Italia, se cayó ayer. Está a 82 puntos. Roberts, que al principio parecía el enemigo al que batir, ahora es una sombra porque su moto no ha evolucionado como las otras. Sigue segundo, a 55 puntos. Y lo mismo pasa con Checa, que no acaba de adaptarse a la Yamaha y es quinto, a 64.

Así, los rivales cambian cada domingo, pero no el vencedor. Hasta ahora 10 pilotos han subido el podio esta temporada. Pocos repiten. Así crece la candidatura de Crivillé, cuya felicidad sólo se vio empañada ayer por la ausencia de su mano derecha en las carreras, su ángel de la guardia y conductor de su motor-home, Juan Domínguez, convaleciente de un infarto.

Àlex domina las carreras con suficiencia. Sus cuatro triunfos seguidos -sólo Doohan los había logrado recientemente y el último europeo en realizar esa gesta fue el legendario Giacomo Agostini en 1972- huelen a sentencia. Quedan aún 250 puntos en juego, y las dos próximas carreras, en fines de semana consecutivos, pueden ser claves. Este sábado se corre en Assen (Holanda) y dentro de 15 días en Donington Park (Inglaterra).

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