Crítica:

El cebo

3.45 / Intriga / La 2 España-Suiza, 1958 (87 minutos). Director: Ladislao Vajda. Intérpretes: Heinz Ruhmann, María Rosa Salgado, Michel Simon, Gert Froebe. El director que hizo de la amabilidad una forma de pasearse por el mundo (recuérdense Marcelino, pan y vino, Mi tío Jacinto y Un ángel pasó por Brooklyn) decide enseñar el patio trasero de tanta jerigonza, el estercolero del que se alimentan los peores sentimientos. Sobre un guión del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt, Vajda construye una turbadora fábula sobre un asesino de niñas. Con un aroma (quizá pestilencia) a M, e...

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3.45 / Intriga / La 2 España-Suiza, 1958 (87 minutos). Director: Ladislao Vajda. Intérpretes: Heinz Ruhmann, María Rosa Salgado, Michel Simon, Gert Froebe. El director que hizo de la amabilidad una forma de pasearse por el mundo (recuérdense Marcelino, pan y vino, Mi tío Jacinto y Un ángel pasó por Brooklyn) decide enseñar el patio trasero de tanta jerigonza, el estercolero del que se alimentan los peores sentimientos. Sobre un guión del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt, Vajda construye una turbadora fábula sobre un asesino de niñas. Con un aroma (quizá pestilencia) a M, el asesino de Düsseldorf, de Fritz Lang, un hombre se hace pasar por mago para rendir las débiles defensas de sus víctimas. El paralelismo se detiene aquí: en la exposición del argumento. De forma insólita en el cine español de los cincuenta (ésta es una coproducción), el cineasta deja a un lado cualquier amago de ironía para elaborar un turbador retrato de la miseria.

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