BALONMANO Mundial de Egipto

España busca ante Yugoslavia su cuarta medalla en tres años

Las pesadillas de oro dieron paso ayer a un despertar difícil. Quien logra cuatro medallas (Europeos, Mundiales y JJOO) en tres años es poco menos que un héroe. Pero la selección española de balonmano lucha hoy por el bronce frente a Yugoslavia (18.00, La 2) con el disgusto de la derrota en el último segundo ante Rusia tras un evidente error arbitral. Los gigantes rusos y los maestros suecos disputan la final. Ayer se supo que el extremo español Ugalde, uno más de los que han padecido el mal de Ramsés, salió disparado del banquillo en busca de un retrete justo cuando Juan de Dios Román le hab...

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Las pesadillas de oro dieron paso ayer a un despertar difícil. Quien logra cuatro medallas (Europeos, Mundiales y JJOO) en tres años es poco menos que un héroe. Pero la selección española de balonmano lucha hoy por el bronce frente a Yugoslavia (18.00, La 2) con el disgusto de la derrota en el último segundo ante Rusia tras un evidente error arbitral. Los gigantes rusos y los maestros suecos disputan la final. Ayer se supo que el extremo español Ugalde, uno más de los que han padecido el mal de Ramsés, salió disparado del banquillo en busca de un retrete justo cuando Juan de Dios Román le había ordenado reemplazar a Guijosa, que daba muestras de agotamiento. Ocurrió en el minuto 10 de la segunda mitad de un partido, contra Rusia, marcado por el infortunio; poco antes del 20, España ganaba por tres goles y tenía el balón pero permitió que el finalista saliese de la lotería del último minuto.

Además de Guijosa, el jugador más eficaz del Mundial, Entrerríos, Urdangarín, Duishebáiev (líder en los pases de gol) y el portero Barrufet, segundo mejor del torneo tras el ruso Lávrov, rindieron por debajo de lo esperado. Y a pesar de todo ello, quizá porque España fue físicamente superior a Rusia, el marcador estaba igualado a falta de diez segundos, cuando Barrufet chocó con Kokchárov y recibió la tarjeta roja que dio paso al gol decisivo. Según el portero, Kokchárov reconoció que la acción no era punible; las imágenes en vídeo demuestran que Barrufet tocó el balón. El seleccionador, Juan de Dios Román, añadió que los jueces de mesa vieron la invasión de pista de su colega ruso, Vladímir Maxímov, que equivale a roja directa, exclusión por dos minutos de un jugador y balón para España. Pero se callaron.

Por lo visto durante las dos últimas semanas, España debe lograr hoy su primera medalla en un Mundial, frente a los yugoslavos. Éstos sufren la baja por lesión de su formidable pivote titular, Skrbic, y tienen a Perunícic, tal vez el mejor cañonero del mundo, con una mano vendada. Tras resaltar "los abundantes recursos de Yugoslavia en la primera línea", y en especial a su director de juego, Jovánovic, Román no eludió comentar la tendencia a la marrullería que define al rival de hoy: "Será la lucha de la ratonería y la picaresca contra la honradez. No sé si por motivos deportivos o por otros, les veo más conjuntados y con mejor talante que otras veces. Pero confío en un triunfo que debería ser una gran fiesta para el balonmano español".

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