Esquerra Republicana considera que el aumento de votos avala su estrategia de equidistancia

El avance en las urnas de Esquerra Republicana (ERC) supone un aval a la estrategia de equidistancia entre socialistas y nacionalistas seguida en los últimos meses por los independentistas. Así lo estima la dirección de ERC, que ayer analizó en un clima de euforia los resultados de las elecciones del domingo y se propuso no modificar "ni un ápice" su estrategia, a pesar de que Convergència i Unió (CiU) ha iniciado "una decadencia imparable", según dijo el secretario general del partido, Josep Lluís Carod-Rovira. ERC cree que los resultados ponen de manifiesto la "decadencia" del Gobierno de Jo...

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El avance en las urnas de Esquerra Republicana (ERC) supone un aval a la estrategia de equidistancia entre socialistas y nacionalistas seguida en los últimos meses por los independentistas. Así lo estima la dirección de ERC, que ayer analizó en un clima de euforia los resultados de las elecciones del domingo y se propuso no modificar "ni un ápice" su estrategia, a pesar de que Convergència i Unió (CiU) ha iniciado "una decadencia imparable", según dijo el secretario general del partido, Josep Lluís Carod-Rovira. ERC cree que los resultados ponen de manifiesto la "decadencia" del Gobierno de Jordi Pujol, lo que, según su análisis, allana el camino para mantener la equidistancia y emular en Cataluña al Bloque Nacionalista Gallego. El líder independentista afirmó que su partido ha superado "de largo" todos los objetivos que se había propuesto antes de los comicios, empezando por demostrar que la escisión que dio origen al Partit per la Independència (PI) en 1996 -bajo la batuta de Àngel Colom y Pilar Rahola- no ha afectado a las expectativas de ERC. El resultado del domingo corrobora la tesis de la dirección de ERC: el PI ha obtenido sólo el 0,44% de los votos en Cataluña, mientras que ERC ha cosechado el 7,67%, un 1,4% más que hace cuatro años. Los republicanos suman 147 concejales más que en 1995 y, con un total de 672, se convierten en la tercera fuerza catalana en número de regidores. Además, ERC accede por primera vez a las cuatro diputaciones y ha aumentado 40.000 votos en los comicios europeos. Como fruto de su coalición con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA), Unió Mallorquina (UM) y Els Verds, se ha asegurado representación en el Parlamento europeo durante la segunda parte del mandato. Como colofón a la euforia indisimulada que ayer mostraban sus dirigentes se encuentra el resultado de la candidatura de Barcelona, que bajo el liderazgo de Jordi Portabella ha obtenido tres regidores y ha superado a Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), una circunstancia especialmente valorada por los independentistas. A pesar de que Portabella ha dejado clara su predisposición a incorporarse al gobierno progresista de Joan Clos en Barcelona, Carod-Rovira quiso dejar claro ayer que ERC "no tiene prisa por pactar" y quitó trascendencia a la decisión: "Ya lo estudiaremos; también hay otros acuerdos municipales a analizar", recalcó. Fuentes de la dirección de ERC dejaron clara la predisposición del partido para llegar a un acuerdo en Barcelona, pero "no a cualquier precio". Los independentistas no ocultan su malestar por el hecho de que el PSC continuara gobernando en la ciudad con los dos concejales elegidos en 1995 bajo las siglas de ERC -Pilar Rahola y Agustí Soler-, que abandonaron esta formación y fundaron el PI. La eventual entrada de ERC en el gobierno municipal no supondrá en ningún caso el prólogo a la incorporación de los independentistas al intento de articular una plataforma conjunta de la izquierda encabezada por Pasqual Maragall. "Representamos una izquierda propia, indomable, resistente a los poderes fácticos, que no vamos a escuchar cantos de sirena de oliveres", aseguró ayer un influyente miembro de la comisión permanente del partido.

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