Romero huye de la autocrítica por la bajada de 200.000 votos

Izquierda Unida de Andalucía no había digerido ayer sus malos resultados: casi 200.000 votos y 201 concejales menos. El revuelo a nivel federal por el descalabro dejó en un segundo plano el análisis pormenorizado en la comunidad tanto en municipales como en europeas. La comisión permanente andaluza se reunió ayer fugazmente y el coordinador regional, Antonio Romero, se marchó a Madrid para acudir a la reunión de la presidencia federal, donde Julio Anguita tenía previsto presentar su dimisión. Al contrario que a nivel federal, en Andalucía ningún dirigente ha pedido responsabilidades ni se ha ...

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Izquierda Unida de Andalucía no había digerido ayer sus malos resultados: casi 200.000 votos y 201 concejales menos. El revuelo a nivel federal por el descalabro dejó en un segundo plano el análisis pormenorizado en la comunidad tanto en municipales como en europeas. La comisión permanente andaluza se reunió ayer fugazmente y el coordinador regional, Antonio Romero, se marchó a Madrid para acudir a la reunión de la presidencia federal, donde Julio Anguita tenía previsto presentar su dimisión. Al contrario que a nivel federal, en Andalucía ningún dirigente ha pedido responsabilidades ni se ha oido -al menos, hasta ahora- una voz crítica. Antonio Romero, pese a que por primera vez reconoció "errores" en 1995, optó por huir hacia adelante y dijo que la pérdida de concejales y apoyos se ha producido en "cantidad, pero ha ganado en el plano cualitativo", ya que tienen en sus manos las alcaldías de Almería y Granada (con la ayuda del PA) y también son necesarios en la Diputación de Málaga. Romero se mostró esperanzado en el pacto con el PSOE que dé el sillón de Córdoba a Rosa Aguilar, pero apostilló: "No estamos en la línea de canjes ni intercambios, sino por analizar de manera simultánea los tiempos políticos y dotar a cada ciudad de un programa específico". Romero opina que la ausencia de pactos en las elecciones anteriores fue una equivocación: "Estamos dispuestos a articular gobierno de izquierda donde la derecha fue castigada". El optimismo de Romero contrasta con el análisis de algunos dirigentes de la federación, que consideran que una sangría de 200.000 votos no puede considerarse como "positiva" -calificativo que empleó Antonio Romero en la misma noche electoral- e invita a la reflexión sobre sus discursos y tácticas políticas. Hay que recordar que el anterior coordinador regional, Luis Carlos Rejón, presentó su renuncia tras las elecciones autonómicas de 1996 al haber descendido en 100.000 sufragios. Sin cambios Con todo, según diversas fuentes consultadas, no se prevé que al corto plazo se aceleren cambios internos en el seno de la organización y Romero -que fue cabeza de cartel en Málaga en 1995, donde se ha batido el récord de restroceso: de nueve a tres concejales- se perfila como futuro candidato a las elecciones autonómicas. La renovación podría llegar tras estos comicios si no se remonta la caída. La pequeña implantación del PA, cercana al 10%, permite a Izquierda Unida seguir siendo la tercera fuerza política en Andalucía (con un 12,78%), aunque con una distancia superior a 18 puntos respecto al Partido Popular. IU ha logrado 70 mayorías absolutas y 1.128 concejales, y ha visto pasar de largo la posibilidad se tener en Europa al andaluz Diego Valderas.

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