El Barça se duerme antes de tiempo

El Valladolid chafa la jornada en la que el Camp Nou aspiraba a celebrar el título de campeón virtual

Un freno inesperado, una zancadilla. El Valladolid reanimó anoche inesperadamente la Liga. Aunque quizá sea sólo por un día. El Camp Nou no pudo celebrar anticipadamente el título, aunque fuera virtualmente. La fiesta tendrá que esperar. Lozano, en un fallo estrepitoso de concentración de la defensa azulgrana, igualó a siete minutos del final el espectacular gol de volea marcado por Luis Enrique y truncó la racha de los azulgrana. Sus cábalas pasan ahora por controlar más a los de atrás.El equipo de Kresic volvió ayer a marcar la vida del Barça. Van Gaal salvó a última hora su cabeza en Vallad...

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Un freno inesperado, una zancadilla. El Valladolid reanimó anoche inesperadamente la Liga. Aunque quizá sea sólo por un día. El Camp Nou no pudo celebrar anticipadamente el título, aunque fuera virtualmente. La fiesta tendrá que esperar. Lozano, en un fallo estrepitoso de concentración de la defensa azulgrana, igualó a siete minutos del final el espectacular gol de volea marcado por Luis Enrique y truncó la racha de los azulgrana. Sus cábalas pasan ahora por controlar más a los de atrás.El equipo de Kresic volvió ayer a marcar la vida del Barça. Van Gaal salvó a última hora su cabeza en Valladolid y ahora el mismo rival amenaza con retrasarle el alirón. No eran gratuitos los miedos que el holandés confesó el viernes. Tenía razón.

BARCELONA 1

VALLADOLID 1El Valladolid chafa la jornada en la que el Camp Nou aspiraba a celebrar el título de campeón virtual Barcelona: Hesp; Reiziger, Abelardo; Ronald de Boer (Anderson, m. 79), Guardiola, Frank de Boer; Luis Enrique, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo. Valladolid: César; Torres Gómez, Peña, García Calvo, Marcos; Lozano, Dutuel (Emilio, m. 80); Turiel (Peternac, m. 75), Caminero (Julio César, m. 45), Chema; y Víctor. Goles: 1-0. M. 63. Cocu recupera la pelota en la banda izquierda, centra con la zurda al segundo palo y Luis Enrique remata cruzado, raso, de volea, al poste contrario. 1-1. M.82. Víctor bota una falta desde la derecha y Lozano cabecea en el punto de penalti. Árbitro: López Nieto, del colegio andaluz. Mostró la tarjeta amarilla a Marcos, Reiziger, García Calvo, Cocu y Rivaldo. Unos 75.000 espectadores en el Camp Nou.

El Barça pagó ayer estar tan cerca del éxito, como si sufriera la ansiedad de saberse casi campeón. El Mallorca dejó el viernes la huella del título sobre el césped y el Camp Nou se dispuso a acariciar la euforia. La grada desprendió excitación, pero el equipo no respondió. Nada que ver con las exhibiciones de otros días. Nervios, imprecisiones, balones perdidos. El Barça no domó la pelota, y cuando la tuvo, la perdió. La presión del Valladolid le superó. Las imágenes hablan por sí solas. Fueron elocuentes los gestos de Guardiola dando órdenes a la defensa. Ayer iba algo coja. Van Gaal sustituyó al sancionado Sergi por Ronald de Boer y el Barça lo acusó. El holandés no es lateral ni tiene la capacidad de recorrer la banda como su compañero. No son gratuitas esas carreras. Sirven casi siempre para liberar de la banda a Rivaldo.

El Valladolid no perdió el tiempo. Dijo muy pronto que no pensaba ser un invitado ocasional a una fiesta prematura. Turiel no tardó ni un minuto en buscar el gol. El aviso estaba dado: el equipo de Kresic acosó con descaro al Barça. Estuvo muy bien plantado, jugando con orden, confiando en la técnica de Lozano y en las carreras de Víctor. Los papeles parecían cambiados. Hesp tuvo el santo de cara: le llegó a las manos un remate de Chema con trazo de gol. No fue la única ocasión: el Valladolid encadenó cinco lanzamientos en apenas unos minutos. El Barça continuó atascado y confió sólo en la obstinación de Cocu en cabecear a red. Con poco que ofrecer, Rivaldo buscó sin rubor las jugadas de estrategia. Una falta, un córner, balón al área. No llegó.

El panorama cambió tras el descanso. Lozano congeló el Camp Nou con un remate que lamió el poste, y el Barça se dispuso a sufrir. Jugó con más intensidad, con más ímpetu, con mayor decisión. Kluivert probó un par de acciones a lo Ronaldo. Tampoco funcionó. El partido se aceleró hasta que Cocu apareció por la banda izquierda. El zurdo lanzó un centro pasado que Luis Enrique empalmó con una sensacional volea al palo y a la red. La Liga estaba más cerca. El Camp Nou empezó a corear el grito de campeones, campeones y el Barça impuso su ley. Fue otra vez el equipo de otros días. Moviendo el balón con rapidez, triangulando, buscando el espacio. El Valladolid desapareció, pero no se rindió: metió en la recta final a Peternac, un delantero.

El Camp Nou se frotaba las manos hasta que, cuando nadie lo esperaba, llegó el empate. Víctor exprimió una falta cerca del área. Centró templado justo a la cabeza de Lozano, que, entre dos zagueros, aprovechó el fallo garrafal de la defensa azulgrana.

Quedaban apenas unos minutos para no alejarse de la gloria. El Barça se volcó en el área de César con más pasión que cabeza. La grada animó con desespero al equipo, pero el gol no llegó. El Camp Nou se acostó con las orejas gachas. El viaje a Vitoria ya no es de entrada un paseo hacia la Liga. Hará falta algo más: por ejemplo que el Valencia no gane hoy al Espanyol.

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