La odisea de una lista sin siglas

Las penalidades de la edil independiente de Burjassot Amalia Villanueva empezaron cuando decidió presentarse a las próximas elecciones municipales bajo una agrupación de electores, sin el respaldo de las siglas de un partido. Después de tres días de fatigoso papeleo burocrático, el lunes concluyó el plazo de presentación de candidaturas sin que lograra cumplir los requisitos de la Ley Electoral: presentar las firmas de 500 ciudadanos censados en Burjassot, autentificadas por un notario o por el secretario de la Corporación. La edil (que estaba antes en NE) denunció el lunes ante el juzgado de...

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Las penalidades de la edil independiente de Burjassot Amalia Villanueva empezaron cuando decidió presentarse a las próximas elecciones municipales bajo una agrupación de electores, sin el respaldo de las siglas de un partido. Después de tres días de fatigoso papeleo burocrático, el lunes concluyó el plazo de presentación de candidaturas sin que lograra cumplir los requisitos de la Ley Electoral: presentar las firmas de 500 ciudadanos censados en Burjassot, autentificadas por un notario o por el secretario de la Corporación. La edil (que estaba antes en NE) denunció el lunes ante el juzgado de guardia de Paterna a la secretaria de Burjassot, Teresa Monzonís, a la que acusa de efectuar "una obstrucción deliberada" para "impedir la presentación de la candidatura, cuyos trámites entorpeció y retrasó deliberadamente". Villanueva afirma que el jueves la secretaria encomendó a una sola funcionaria que comprobara si los firmantes estaban censados en Burjassot. "El ritmo era tan lento que en seis horas, sólo se habían comprobado 60 nombres", protesta y recuerda que le pusieron trabas porque los nombres eran "poco legibles o estaban abreviados los nombres compuestos". Ante esa lentitud, el viernes se reforzó el equipo con dos objetores , "pero se ralentizó aún más la tarea al lanzar por la impresora, una a una, las hojas censales de cada firmante". Al final de la mañana se habían comprobado "poco más de la mitad" de las firmas y le dijeron a la edil que seguirían el lunes, el último día, aunque ella recordó que el sábado "estaba abierto". Pese a todo, el lunes a las 15.00 tenía ya 507 firmas comprobadas. "Entonces la secretaria me dijo que no las autentificaba porque presenté fotocopias de las firmas, cuando tenía delante los originales", denuncia. Dos policías locales, llamados por la edil, dieron fe de esta situación. La secretaria dice que no se las autentificó porque para ello tenían que haberse presentado ante ella los 500 firmantes o que la edil llevara las fotocopias de sus DNI. "Nunca me dijo nada de los DNI", asegura Villanueva, "se agarra a esa excusa porque los policías certificaron que llevé originales de las firmas". La concejal tuvo que buscar a toda prisa un partido (Organización Independiente Valenciana) que le permitiera utilizar sus siglas. Ha aprendido que la Ley Electoral tiene un punto débil: "Deja en manos de un secretario, que puede ser parcial, la presentación de la candidatura más democrática, la de los ciudadanos respaldados por sus vecinos".

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