La UEFA amplía a tres el número de amarillas que implica sanción
El comité ejecutivo de la UEFA acordó ayer cambiar el sistema para elegir los cabezas de serie de las competiciones continentales, que ya no tendrá en cuenta el coeficiente federativo, y decidió ampliar en una tarjeta amarilla (a tres) el número de amonestaciones necesarias para que un jugador sea suspendido. El nuevo coeficiente UEFA, que se aplicará ya la próxima temporada, saldrá de la simple suma (2 puntos por victoria y 1 por empate) de los resultados logrados por los clubes en el último año, sin que se le añada el de la Federación.
De esta forma, un conjunto como el Lens, cam...
El comité ejecutivo de la UEFA acordó ayer cambiar el sistema para elegir los cabezas de serie de las competiciones continentales, que ya no tendrá en cuenta el coeficiente federativo, y decidió ampliar en una tarjeta amarilla (a tres) el número de amonestaciones necesarias para que un jugador sea suspendido. El nuevo coeficiente UEFA, que se aplicará ya la próxima temporada, saldrá de la simple suma (2 puntos por victoria y 1 por empate) de los resultados logrados por los clubes en el último año, sin que se le añada el de la Federación.
De esta forma, un conjunto como el Lens, campeón la pasada temporada en Francia, no se vería favorecido la próxima temporada por el coeficiente de su Federación y no sería cabeza de serie en las dos primeras rondas. La UEFA, reunida por primera vez en Tel Aviv, considera que los clubes de las federaciones más poderosas ya tienen suficiente ventaja con eludir las dos primeras rondas.
Además, decidió aumentar el número de tarjetas necesarias para ser suspendidos, una petición de los clubes para evitar las numerosas ausencias de jugadores en las competiciones europeas. En la temporada 2000-2001, un jugador será suspendido por un partido cuando acumule tres tarjetas amarillas y, una vez cumplido, cuando vuelva a ser amonestado en dos ocasiones.
Los encuentros de la próxima edición de la Liga de Campeones se disputarán en martes y miércoles para dar más facilidades a los países que pueden tener hasta cuatro representantes (como España).
La UEFA no atendió la petición del Olímpico de Marsella para que se cambiase de sede la final de la Copa de la UEFA, que jugará frente al Parma italiano. El presidente, Lennart Johansson, explicó que había recibido todo tipo de garantías del alcalde de Moscú sobre seguridad y organización, por lo que no hay motivo para que la final no se juegue en la capital rusa.
Johansson informó de que la UEFA, finalmente, ha aceptado que el ganador de la Liga de Campeones (Bayern Munich o Manchester United) dispute el Mundial de clubes de la FIFA, en enero próximo. "En esta ocasión, lo aceptamos. Pero esto no quiere decir que siempre vaya a jugarlo el campeón de Europa. El calendario está muy cargado y sólo nos hemos comprometido a llevar un representante, no necesariamente el ganador de la Liga de Campeones", señaló.
El comité ejecutivo de la UEFA aprobó, finalmente, que la Eurocopa del año 2004, a la que ha presentado su candidatura la Federación Española, se dispute en julio, y no en junio como en las ediciones anteriores.
El Racing no puede jugar
Por otro lado, en Argentina, el fútbol volvió a provocar una convulsión: la Justicia de aquel país no autoriza a jugar el próximo domingo al Racing de Avellaneda, en proceso de quiebra. La medida se adoptó al entender que el club argentino sigue aumentando su déficit.