Los retrasos en Barajas afectaron ayer al 93% de los vuelos

Eurocontrol niega que la guerra sea el origen del caos aéreo Pujol dice que sólo apoyó a Arias-Salgado por su acuerdo con el PP

Los retrasos en el aeropuerto madrileño de Barajas volvieron ayer a generalizarse en una nueva jornada de caos en el tráfico aéreo. El 93% de los vuelos salió fuera de su hora y hubo que cancelar 20 servicios, de los que 18 fueron de la compañía Iberia. En el aeropuerto de Barcelona, los retrasos afectaron al 45% de los vuelos y las suspensiones fueron 28. Como retraso se considera la demora superior a los 15 minutos. Eurocontrol, el organismo que desde Bruselas coordina el tráfico aéreo en toda Europa, negó ayer categóricamente que los problemas que se están registrando tengan su origen en el...

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Los retrasos en el aeropuerto madrileño de Barajas volvieron ayer a generalizarse en una nueva jornada de caos en el tráfico aéreo. El 93% de los vuelos salió fuera de su hora y hubo que cancelar 20 servicios, de los que 18 fueron de la compañía Iberia. En el aeropuerto de Barcelona, los retrasos afectaron al 45% de los vuelos y las suspensiones fueron 28. Como retraso se considera la demora superior a los 15 minutos. Eurocontrol, el organismo que desde Bruselas coordina el tráfico aéreo en toda Europa, negó ayer categóricamente que los problemas que se están registrando tengan su origen en el aumento de vuelos militares como consecuencia de la guerra en Yugoslavia. La situación en los principales aeropuertos europeos no es comparable a la que están sufriendo los españoles. La situación en los aeropuertos españoles sigue, mientras tanto, alimentando el debate político. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, admitió ayer que el voto de CiU en contra de la reprobación del ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se había hecho exclusivamente en virtud de los acuerdos de gobernabilidad y que su grupo se tuvo que "tragar un sapo" el martes en el Congreso. El PSOE e IU, por su parte, consideran que detrás del caos aéreo hay un proyecto del Gobierno del PP para devaluar a la compañía Iberia ante su privatización.

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