Bastante más que la genialidad individual

El deporte español despide el siglo destacando en muchas modalidades, fruto del despegue que se produjo con los Juegos de Barcelona

El deporte español despide el siglo a una velocidad supersónica y ya cerca de las locomotoras del deporte mundial. La aceleración que ha experimentado en la década de los noventa provoca vértigo y, a un paso del 2.000, no deja de ofrecer nuevos deportistas de élite, nuevos números uno y nuevas pruebas de su ascenso meteórico también en deportes colectivos. Y estamos hablando en todo momento del máximo nivel mundial. Aquello que empezó con Barcelona 92 y pareció un sueño, se mantiene con la inercia de una gran realidad. Ahora mismo, en una semana, se ha ganado su lugar en el olimpo de los salta...

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El deporte español despide el siglo a una velocidad supersónica y ya cerca de las locomotoras del deporte mundial. La aceleración que ha experimentado en la década de los noventa provoca vértigo y, a un paso del 2.000, no deja de ofrecer nuevos deportistas de élite, nuevos números uno y nuevas pruebas de su ascenso meteórico también en deportes colectivos. Y estamos hablando en todo momento del máximo nivel mundial. Aquello que empezó con Barcelona 92 y pareció un sueño, se mantiene con la inercia de una gran realidad. Ahora mismo, en una semana, se ha ganado su lugar en el olimpo de los saltadores de longitud el casi desconocido, a esos niveles, Yago Lamela. Y el sábado fue Carles Moyà quien puso la guinda a las últimas y sensacionales temporadas del tenis español.Un dato elocuente: España ha quintuplicado su número de medallistas en diferentes campeonatos internacionales esta década: 797 en 1998 por 151 de 638. Es innegable la influencia que sobre este dato ha tenido la inversión económica efectuada por el Consejo Superior del Deporte y por el programa ADO (Asociación de Deportes Olímpicos), que empezó superando los 30.000 millones anuales en los años previos a los Juegos Olímpicos de 1992 y que se ha estabilizado en torno a los 25.000 millones de pesetas. A continuación se hace un repaso a la última sucesión de éxitos al máximo nivel.

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ATLETISMO. Los maratonianos se han convertido en la punta de lanza desde que Fiz, García y Juzdado coparon el podio en el Europeo de 1994. Abel Antón se proclamó campeón del mundo y Fabián Roncero posee el récord de España. La cantidad y la calidad en esta prueba es anonadante. Pero hay más. España possee, con el obtenido por Lamela en el Mundial de Japón con 8,56 metros, cinco récords de Europa: dos en poder de Fermín Cacho en los 1.500 (3.28.95) y en los 3.000 en pista cubierta (7.36.61), uno de Isaac Viciosa en los 3.000 al aire libre (7.29.34) y otro de Andrés Díaz, también medalla de plata en el Mundial de Japón, en los 1.500 metros en pista cubierta (3.33.32).

BALONCESTO. La selección española se va recuperando de la crisis sufrida tras la retirada de sus grandes figuras de principios de los noventa y volvió a ilusionar con un quinto puesto en el último Mundial. El equipo juvenil se adjudicó por vez primera en la historia el título en el Campeonato del Mundo. A nivel de clubes ya hay un título asegurado con la presencia en la final de la Copa Korac de Barça y Estudiantes, en la Copa Saporta el Pamesa Valencia está en semifinales y en la Euroliga el Real Madrid jugará los cuartos de final. En la Copa Ronchetti, el Sandra Gran Canaria ya está en la final.

BALONMANO. La selección española casi asegura medalla por campeonato: obtuvo las de plata en los Europeos de 1996 y 1998 y la de bronce en Atlanta"96. A nivel de clubes, el Barça opta a su cuarta Copa de Europa consecutiva -la quinta en total- ante el Badel Zagreb, el título de la Recopa ya está asegurado puesto que lo dilucidan el Caja Cantabria y el Ademar de León mientras que en el resto de competiciones habrá un finalista español, el Valladolid en la EHF y el Ciudad Real en la Copa de las Ciudades.

CICLISMO. La retirada de Induráin ha privado de un supercampeón como no lo ha habido en la historia del deporte mundial pero el ciclismo español continúa brillando. Cuenta con tres campeones mundiales: Olano (contrarreloj), Llaneras (puntuación masculina), Ruano (puntuación femenina); un subcampeón mundial: Mauri (contrarreloj) y cuenta con varios de los mejores especialistas en pruebas por etapas empezando por Olano, ganador de la última Vuelta.

HOCKEY. España es subcampeona olímpica masculina y fue también medalla de plata de la última Copa del Mundo en hockey hierba. En este deporte el Atlètic Terrassa ganó la Copa de Europa en 1998. En hockey patines, el equipo español fue subcampeón mundial y el Igualada, ganó en junio su quinta Copa de Europa. MOTOR. El deporte español cuenta con campeones mundiales en casi todas las especialidades. Àlex Crivillé y Carlos Checa, ganadores ya de varios grandes premios, aspiran al de la máxima cilindrada en motociclismo, Carlos Sainz sigue empeñado en reeditar los títulos que consiguió en 1990 y 1992 en el mundial de rallies y Marc Colomer el que ganó en 1996 en trial y Pedro Martínez de la Rosa y Marc Gené han empezado a poner la primera piedra en la única especialidad sin españoles hace años, la Fórmula 1.

NATACIÓN. Se fue López Zubero, pero llegó David Meca, campeón mundial de larga distancia. Y han surgido ya hombres destacados como otro espaldista, Guillermo Mediano, brillante en el circuito de la Copa del Mundo.

TENIS. Al liderato mundial obtenido por Moyà, debe añadirse que el propio Moyà y Àlex Corretja disputaron la final de las últimas ediciones de Roland Garros y el Masters, que unos 15 españoles se mueven entre los 100 primeros tenistas del mundo y que ahora son capaces de brillar tanto sobre pistas de tierra batida como sobre superficies rápidas e incluso interiores. La asignatura pendiente es la Copa Davis. En mujeres, Arantxa Sánchez, que ya fue número uno mundial, está habitualmente junto a Conchita Martínez entre las cinco primeras del mundo.

VELA. Ocho medallas, siete de oro, le ha dado este deporte a España en las tres últimas ediciones Olímpicas. Son aún mucho más numerosos los títulos mundiales o europeos conquistados por deportistas de la talla de Theresa Zabell, aunque ella esté en horas bajas. Otros, no.

VOLEIBOL. Rafa Pascual fue elegido mejor jugador del Mundial disputado en noviembre de 1998 y en el que España brilló como nunca lo había hecho aunque acabó en el octavo puesto.

WATERPOLO. Esta selección produce oro de forma sistemática: en los Juegos de Atlanta en 1996 y en el Mundial de Perth en 1998. Cuenta España con un auténtico número uno mundial, Manel Estiarte, que desde hace varios años milita en el Pescara.

FÚTBOL. Aunque al fútbol español siempre se le podría exigir más resultados, por el interés que despierta y los medios de que disfruta, no se puede olvidar que el Real Madrid, hasta hace bien poco hundido en los infiernos, es el vigente campeón de Europa y aún aspiraría a la reválida si pasa el difícil cabo de Kiev el miércoles. Y también siguen en liza, al menos hasta mañana o el jueves, Celta, Atlético y Mallorca. Y hasta la selección ha enderezado el rumbo en la Eurocopa.

GIMNASIA. Hasta hace bien poco, cuando bajaron los éxitos femeninos, era sólo Jesús Carballo, el primer campeón mundial español, aunque en un aparato, su genial barra fija. Pero ahora está acompañado por un equipo espléndido y dos o tres gimnastas más que se meten en las finales.

YUDO. Tras una larga travesía de conflictos, no sólo se han incrementado las medallas femeninas de Barcelona 92, sino que el yudo masculino es ya mucho más que el subcampeón olímpico en Atlanta, Ernesto Pérez. El último y prestigioso torneo de París, con múltiples podios, masculinos y femeninos, es el mejor síntoma. OTROS. La lista sería más amplia. Desde el golf (ahora sólo Olazábal en boga) hasta el karate o el taekwondo, y otros aún menores, como patinaje o billar. También tienen campeones.

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