LAS MÚSICAS DEL CONFÍN BRETÓN
La Bretaña francesa siempre ha sido la hermana marginada del planeta celta, incluso durante el presente bullir de flautas, gaitas, acordeones y violines. Pero todo es susceptible de cambio. En Francia está gozando de una calurosa acogida una colección titulada Ar Mor: Musiques du Bout du Monde (Bretaña Marítima: Músicas del Fin del Mundo), en la que se refleja la devoción de media docena de artistas bretones por los paisajes costeros. La llegada de este volumen al mercado español permitirá al aficionado descubrir a músicos de gran sensibilidad: el veterano Manu Lann Huel, el acordeonist...
La Bretaña francesa siempre ha sido la hermana marginada del planeta celta, incluso durante el presente bullir de flautas, gaitas, acordeones y violines. Pero todo es susceptible de cambio. En Francia está gozando de una calurosa acogida una colección titulada Ar Mor: Musiques du Bout du Monde (Bretaña Marítima: Músicas del Fin del Mundo), en la que se refleja la devoción de media docena de artistas bretones por los paisajes costeros. La llegada de este volumen al mercado español permitirá al aficionado descubrir a músicos de gran sensibilidad: el veterano Manu Lann Huel, el acordeonista Alain Trevarin, el joven dúo Ronan Le Bars et Nicolas Quemener o el emblemático Didier Squiban, al que en Francia tienen por un híbrido de Poulenc, Debussy y Bill Evans. Ahí es nada.- ,