Sainz se reivindica en Suecia

El piloto madrileño pelea por el liderato con Makinen

Por si alguien lo había dudado, Carlos Sainz demostró ayer en Suecia que sigue siendo Carlos Sainz, uno de los mejores pilotos del mundo en cualquier rally y sobre todo tipo de superficie. Su arranque en la segunda prueba de la temporada resultó brillante. Desde el principio, el piloto madrileño de Toyota luchó por el liderato, tuteando al gran favorito, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), actual campeón mundial. Acabaron la primera etapa separados por un suspiro de 1,7 segundos y anunciando emociones fuertes. A pesar de estar obligado a quebrar su mala racha, a Sainz no le tembló el puls...

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Por si alguien lo había dudado, Carlos Sainz demostró ayer en Suecia que sigue siendo Carlos Sainz, uno de los mejores pilotos del mundo en cualquier rally y sobre todo tipo de superficie. Su arranque en la segunda prueba de la temporada resultó brillante. Desde el principio, el piloto madrileño de Toyota luchó por el liderato, tuteando al gran favorito, el finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi), actual campeón mundial. Acabaron la primera etapa separados por un suspiro de 1,7 segundos y anunciando emociones fuertes. A pesar de estar obligado a quebrar su mala racha, a Sainz no le tembló el pulso cuando enfrentó su Corolla al frío y al hielo. Sobre los rapidísimos caminos de tierra del centro de Suecia, apenas recubiertos por una fina capa blanca, el bicampeón español se lanzó el ataque desde el primer tramo cronometrado.

Pronto se estableció la pelea entre Sainz y Makinen, como ocurrió el año pasado. De un lado, la reivindicación y el hambre de revancha del piloto de Toyota. Del otro, el binomio más en forma, el formado por el tricampeón finlandés y su Mitsubishi. Hubo poco lugar para los demás: entre los dos se repartieron casi todas las victorias parciales, pues Sainz ganó cuatro tramos y Makinen, tres. Únicamente el especialista local Thomas Radstom, al volante del nuevo Ford Focus, intentó mantener el ritmo en una jornada para valientes. La falta de nieve durante semanas provocó la ausencia de bancadas en las cunetas y los pilotos perdieron ese aliado en el que tradicionalmente se apoyan tras hacer derrapar los coches. La conducción se hizo más afinada porque la velocidad media rondó los 120 kms/h, con puntas de 200.

"Estos tramos son muy rápidos; igual que el año pasado", explicó Sainz, que entonces acabó segundo. "Hay que ir con cuidado para no cometer errores". El escocés Colin McRae (Ford), por ejemplo, cometió uno y perdió un minuto al romper una rueda en una cuneta. Para hoy se anuncia más de lo mismo: frío intenso (hasta -15º) y escasa nieve sobre los caminos, aunque Makinen, que ayer abrió la ruta, se quejó de que había más de la esperada. "Quizá ha nevado entre los reconocimientos y la carrera", dijo. "He limpiado para los que iban detrás". En el menú de la segunda etapa hay seis tramos cronometrados y, como líder, le tocará otra vez ser el primero en cada cronometrada. Sainz partirá, con 1,7 segundos de desventaja: Radstrom, con 21,7; y el compañero francés de Sainz, Didier Auriol, cuarto, a 35.2. Lejos de las primeras posiciones, los hombres de Seat siguen preguntándose qué sucedió. Marcus Gronholm abandonó y Harri Rovanpera perdió nueve minutos. Los Córdoba world rally car tuvieron problemas con la presión de la bomba de gasolina.

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