Entrevista:LLUÍS MARIA DE PUIGPRESIDENTE DE LA UEO

"En 1999 Europa decidirá dotarse de un sistema defensivo creíble"

El socialista catalán Lluís Maria de Puig ha sido reelegido presidente de la Unión Europea Occidental (UEO). Tiene por delante un año de mandato que juzga decisivo para el afianzamiento de un sistema de defensa europeo. El eurodiputado vislumbra entre los países comunitarios la suma de voluntades políticas capaces de acabar con la dependencia defensiva norteamericana. De Puig augura importantes cambios institucionales, no en vano estos días está enfrascado en la redacción de un informe que lleva un título revelador: 1999, año de las grandes decisiones europeas en materia de defensa. Pregunta....

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El socialista catalán Lluís Maria de Puig ha sido reelegido presidente de la Unión Europea Occidental (UEO). Tiene por delante un año de mandato que juzga decisivo para el afianzamiento de un sistema de defensa europeo. El eurodiputado vislumbra entre los países comunitarios la suma de voluntades políticas capaces de acabar con la dependencia defensiva norteamericana. De Puig augura importantes cambios institucionales, no en vano estos días está enfrascado en la redacción de un informe que lleva un título revelador: 1999, año de las grandes decisiones europeas en materia de defensa. Pregunta. ¿Cuál es el futuro de la UEO? Respuesta. Después del proceso de refuerzo de la organización, que ha ido abriendo el camino hacia un sistema de defensa con capacidad operativa, hace falta afianzar la idea de la defensa común y dar los primeros pasos del necesario acercamiento entre la UEO y la Unión Europea. P. ¿Estos pasos se darán el año próximo? R. Estoy convencido de que 1999 será el año en que la UE tomará la decisión de dotarse de un sistema de seguridad creíble. Los Estados son reacios a abandonar el último eslabón de su soberanía, pero todo conduce hacia esa defensa común, incluida la implantación del euro. Ya sea por razones tácticas o por deseo de liderazgo, el cambio de postura de Tony Blair, primer ministro de un Gobierno siempre contrario a la construcción europea, resulta decisivo en la formación de esta voluntad de defensa europea que, si bien no es unánime, sí puede calificarse de mayoritaria. P. La reciente intervención anglo-americana en Irak no dice mucho de la vocación europeísta de Tony Blair. R. La actitud de Blair ha producido perplejidad. Sin duda proyecta una sombra de duda sobre la credibilidad de su participación en un sistema de defensa europeo. Aseguró a sus aliados europeos que estaba por la acción común, y a la primera oportunidad se ha desentendido de ello. Y además en una intervención que muchos consideran totalmente injustificada. Parece que el Reino Unido jugará la carta de la defensa europea, pero si le obligan a escoger permanecerá al lado de los norteamericanos. P. ¿La UEO pasará a fundirse con la UE? R. Es una de las posibilidades, aunque sólo al final de un proceso. Será necesario entrar a discutir el procedimiento. Puede darse una subsistencia en paralelo estableciendo mecanismos de relación directa, adherir una parte de la UEO a la UE manteniendo cada una sus instituciones, o también, en un último estadio del proceso, llegar a una fusión que haga necesaria la modificación de los respectivos tratados fundacionales. P. ¿No cree que algunas intervenciones internacionales de defensa tienen su origen en los problemas internos de cada país? R. Resulta terrorífico pensar que acciones unilaterales con bombardeos televisados y víctimas civiles puedan descansar en la necesidad de subir unas encuestas de popularidad. No es necesario que exista un gendarme del mundo. Creo que es un deber impulsar cambios en el Consejo de Seguridad de la ONU, imponer las votaciones por mayoría y acabar con los sistemas de derecho de veto, a pesar de que estas instituciones resulten así menos útiles para las grandes potencias. P. ¿Una defensa europea efectiva implicará aumentar los gastos nacionales de defensa? R. No se puede asumir responsabilidades en defensa sin invertir en tecnología. Resulta demagógico predicar el fin de la hegemonía norteamericana y al mismo tiempo el descenso del presupuesto de defensa. Toda Europa gasta globalmente el 60% del presupuesto norteamericano, pero su eficacia real no supera el 10%. Eso quiere decir que también es necesario racionalizar y rentabilizar la defensa desde una lógica europea. Cada país debería especializarse. P. ¿No sería más sencillo establecer mecanismos para impedir la escalada bélica? R. Unos 40 países ya han firmado un código de conducta para la venta de armas. El armamento y los ejércitos tienen cada vez más un valor disuasorio. Los nuevos sistemas logísticos permiten el control y la verificación, fomentan la interdependencia y consolidan la implantación de fuerzas multinacionales de paz. El progreso tecnológico nos sitúa en un futuro en el que el armamento no será letal: la mejor arma será el bloqueo informático o electrónico de un país.

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