Van GaaI pide a la prensa que haga un examen de conciencia

No se pudo reprimir. Louis Van Gaal, técnico del Barça, sobrevivió como pudo en Valladolid y horas después, tras burlar la destitución, empezó a dictar lecciones. Tras dirigir el último ensayo antes de Navidad, el entrenador irrumpió entrajado la sala de prensa de los vestuarios, repartió besos, abrazos y copas de cava y lanzó el siguiente mensaje: "¡Bon Nadal! Yo, cuando cojo el coche y me voy a mi casa, evalúo mi vida y las acciones de cada día. Pido que la prensa evalúe su actitud respecto al Barça y a su entrenador".

Van Gaal estiró de las orejas a los periodistas pero no quiso marc...

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No se pudo reprimir. Louis Van Gaal, técnico del Barça, sobrevivió como pudo en Valladolid y horas después, tras burlar la destitución, empezó a dictar lecciones. Tras dirigir el último ensayo antes de Navidad, el entrenador irrumpió entrajado la sala de prensa de los vestuarios, repartió besos, abrazos y copas de cava y lanzó el siguiente mensaje: "¡Bon Nadal! Yo, cuando cojo el coche y me voy a mi casa, evalúo mi vida y las acciones de cada día. Pido que la prensa evalúe su actitud respecto al Barça y a su entrenador".

Van Gaal estiró de las orejas a los periodistas pero no quiso marcharse sin realizar antes un par de guiños a la afición. Fue como un intento de aproximación, de reconciliación después de que en los dos últimos partidos en el Camp Nou pidieran su destitución. "En el último partido del año, ganamos todos los socios", dijo. "Ojalá sea el inicio de una buena racha que continúe en enero", dijo. "Espero que la afición apoye al Barça a muerte para tener posibilidades de ser campeones".

El Barça aparcó ayer la crisis para sumirse en la tradicional agenda navideña antes de iniciarla diáspora durante las vacaciones. Tras visitar el hospital Sant Joan de Deu, el equipo almorzó con la directiva. La victoria en Valladolid ha alargado la vida de Van Gaal y ha actuado como un sedante de urgencia. Calmó los nervios en el vestuario, pero no provocó entusiasmo. Nadie podrá dudar de la actitud de los jugadores en el campo pero la plantilla sigue estando rota. Van Gaal retocó tanto el equipo que pareció otro: Guardiola se quedó en el banquillo, Rivaldo abandonó el estadio enfurecido tras ser sustituido por Abelardo, Figo dijo que hizo lo que le ordenaron y Celades, un 8 que ha actuado en todos los sitios menos en su puesto, se fue directo a la tribuna. Saben los jugadores que el Barça jugó mal en la segunda mitad y que se cerró atrás para mantener el resultado.

El cerrojo

"Dejamos la iniciativa al Valladolid para ir al contraataque. Hicimos lo que hacen muchos equipos: marcar un gol y cerrarnos", dijo Xavi, el canterano elegido por el holandés en detrimento de Guardiola, que vio el partido desde el banquillo. No quiso ayer hurgar en la herida. Dijo que el holandés ya había justificado su suplencia cuando aludió a que estaba cansa do. "El mister ya dio sus explicaciones. Los temas individuales tienen que quedar al margen porque lo que cuenta es el equipo. Físicamente aún me falta porque no he jugado en todo un año. Seguramente seguiré entrenando estas fiestas".

¿Crees que a la afición se quedará convencida tras la forma en que se ganó?, le planteó un periodista. "Ayer (por el domingo) lo que importaba era ganar, pero ya sabemos que estar en el Barça nos obliga a vencer y jugar bien. En enero, tenemos tres partidos en casa. Será en ese tiempo cuando tendremos que demostrar si somos o no candidatos al título". Rivaldo, serio, con gesto aburrido eludió por segundo día su cita obligada con los micrófonos. El Barça reanudará la actividad dentro de una semana.

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