Ramón-Llin no descarta la compra de agua como alternativa al trasvase

La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, se mostró ayer receptiva a la idea de comprar agua para paliar las deficiencias del regadio de Castellón. Después de que el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Madrid Gaspar Ariño, abogara por liberalizar parte del mercado del agua, la consejera aseguró que sin ser una medida prioritaria, sí que se podría utilizar en una situación coyuntural.

Ramón-Llin, que participó ayer en las jornadas que sobre el regadío se han celebrado en Valencia, manifestó que una de las maneras de paliar la necesidad de agua...

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La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, se mostró ayer receptiva a la idea de comprar agua para paliar las deficiencias del regadio de Castellón. Después de que el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Madrid Gaspar Ariño, abogara por liberalizar parte del mercado del agua, la consejera aseguró que sin ser una medida prioritaria, sí que se podría utilizar en una situación coyuntural.

Ramón-Llin, que participó ayer en las jornadas que sobre el regadío se han celebrado en Valencia, manifestó que una de las maneras de paliar la necesidad de agua de las zonas deficitarias es pagar un precio, "tal y como ya se está haciendo en muchas zonas de España, como Tarragona". Esta medida ha sido reivindicada repetidamente por los regantes del Ebro, reticentes a un trasvase. "No es una medida prioritaria, pero sí útil en una situación coyuntural, porque no se sabe cuándo la provincia de Castellón tendrá agua del Ebro", dijo Ramón-Llin. Con todo, la consejera insistió en la necesidad de un trasvase de aguas del Ebro a Castellón, "donde hay un déficit de 90 hectómetros cúbicos". Según explicó la consejera, su departamento ha realizado un estudio sobre la viabilidad técnica y económica de una transferencia de agua del Ebro para los regadíos de Castellón. Pero al margen de este trasvase, la Administración invertiría 14.000 millones de pesetas en la modernización de las infraestructuras y la reutilización de las aguas depuradas, con lo que, según dijo la responsable de Agricultura, se ahorrarían 30 hectómetros cúbicos. Ramón-Llin pretende que este proyecto se incluya en el Plan Hidrológico Nacional, que dimanará del Libro Blanco del Agua. La reivindicación de Ramón-Llin chocó ayer con la decisión de las Cortes Valencianas que rechazó una enmienda del grupo socialista que reclamaba al Gobierno central el trasvase de aguas del río Ebro y su inclusión en el Plan Hidrológico Nacional.

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