FÚTBOL: 14ª JORNADA DE LIGA

Vila-real sale a la calle y declara héroe a Palop

Gerardo, un defensa que ha debutado este año en Primera, acabó de escribir la historia. Marcó el tercer gol en el minuto 75 y el público sacó el pañuelo, gritó primero el ya sufrido fuera, fuera, luego miró hacia el palco y pidió la cabeza del presidente. "¡Núñez, dimisión; Núñez, dimisión!", se oyó nítidamente desde las gradas del estadio. La paciencia se agotó. Toda la tribuna en pie. Esta vez ya no fueron a por Van Gaal. La ira se fue hacia todos y luego descaradamente hacia el palco. No se oía algo así desde hace un año y medio, cuando el Barça de Robson perdía por 0-3 ante el Atlético, en...

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Gerardo, un defensa que ha debutado este año en Primera, acabó de escribir la historia. Marcó el tercer gol en el minuto 75 y el público sacó el pañuelo, gritó primero el ya sufrido fuera, fuera, luego miró hacia el palco y pidió la cabeza del presidente. "¡Núñez, dimisión; Núñez, dimisión!", se oyó nítidamente desde las gradas del estadio. La paciencia se agotó. Toda la tribuna en pie. Esta vez ya no fueron a por Van Gaal. La ira se fue hacia todos y luego descaradamente hacia el palco. No se oía algo así desde hace un año y medio, cuando el Barça de Robson perdía por 0-3 ante el Atlético, en la Copa. Aquel partido se remontó y Núñez encontró la red. Ayer, ya no. Mientras, en Vila-real, la gente se echó a la calle para celebrar la gesta. Unas 2.000 personas salieron a la ciudad para festejar el éxito de su equipo en el Camp Nou contra el Barcelona, y el concejal y teniende alcalde, Ramón Céspedes, aprovechó para poner en funcionamiento la iluminación de Navidad.El entusiasmo se desbordó en Vila-real y en el centro de la ciudad se lanzaron cohetes y tracas, en medio de un ambiente festivo, adornado con miles de banderas amarillas y azules, los colores del club.

La fuente de la plaza mayor de Vila-real fue literalmente asaltada por centenares de seguidores, que expresaban así su alegría por el triunfo histórico de la entidad que preside Fernando Roig.

El guardameta del Villarreal, Palop fue el héroe más recordado en la plaza y su nombre fue coreado continuamente por sus aficionados. "Palop, Palop, Palop, es cojonudo, como Palop no hay ninguno", gritaban los hinchas del Villarreal. A las 22,30 horas, continuaban las calles llenas de público, que celebraba un éxito sin precedentes en la historia del Villarreal.

Los aficionados mostraron su alegría por un triunfo, el primero fuera de casa esta temporada -por tanto, el primero que logra el conjunto castellonense en toda su historia en Primera División-, que es considerado como "un segundo ascenso".

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