"¡Vete! ¡Vete tú solo Revivo!"

Los entrenadores no marcan goles, pero pueden echar una mano o, al menos, convencer a los jugadores de que cualquier idea es buena si se tiene talento y desparpajo para ponerla en práctica. Detrás de la determinación con que el israelí Haim Revivo avanzó por su banda, irrumpió en el área, burló a dos defensas rivales, avanzó hasta el punto de penalti y fusiló a James hubo un grito de Víctor Fernández. Un grito que, a pie de césped, se oyó perfectamente en medio del ensordecedor ruido de Anfield.Lo relató el propio Revivo al terminar el partido: "Recibí el balón en la banda y oí que el mister m...

Los entrenadores no marcan goles, pero pueden echar una mano o, al menos, convencer a los jugadores de que cualquier idea es buena si se tiene talento y desparpajo para ponerla en práctica. Detrás de la determinación con que el israelí Haim Revivo avanzó por su banda, irrumpió en el área, burló a dos defensas rivales, avanzó hasta el punto de penalti y fusiló a James hubo un grito de Víctor Fernández. Un grito que, a pie de césped, se oyó perfectamente en medio del ensordecedor ruido de Anfield.Lo relató el propio Revivo al terminar el partido: "Recibí el balón en la banda y oí que el mister me decía: "¡vete, vete tu solo"!. Y como vi que por delante únicamente estaba Juan Sánchez, le hice caso". Claro que la consigna de Víctor Fernández de nada hubiese servido sin el talento del israelí, pero éste refiere lo sucedido a continuación como quien cuenta un día en la oficina: "me fui, regateé a dos y tiré con la derecha".

En fútbol es muy difícil encontrar dos acciones iguales, pero el gol pareció una fotocopia del conseguido por Raúl en Tokio frente al Vasco de Gama, que dio la copa Intercontinental al Madrid. El propio Revivo reconoció que al llegar a la caseta tras finalizar el partido, él mismo evocó también el alarde del delantero madridista. "Pero su gol", comentó Revivo con modestia, "fue más importante que él mío". En todo caso, en favor del israelí podría apuntarse otro dato: llevaba un mes y medio sin jugar tras una operación de pubis hasta que reapareció el pasado sábado en Salamanca. Anfield -"el estadio más impresionante del mundo", según Víctor Fernández- y todo el Liverpool se rindieron al gol de Revivo y al juego del Celta. El entrenador de los reds, Gerard Houllier, es francés, pero hizo una demostración del fair play británico. "El Celta ha sido mejor en los dos partidos, ha hecho un magnífico fútbol y ha merecido ganar", declaró el elegante Houllier. La revista del Liverpool, distribuida al principio del partido, ensalzaba también el fútbol vigués e incluso avanzaba las escasas posibilidades de su equipo. "El Celta", terminaba su artículo la Anfield Review, "buscará esta noche alcanzar aquí otro hito para los libros de historia del club".