Sainz roza el tricampeonato

Hoy es el gran día. Carlos Sainz lo tiene todo a favor para conquistar en Gran Bretaña su tercer título mundial de rallies. Sólo le faltan por cubrir los últimos 166 kilómetros cronometrados de la temporada, en los que su objetivo es asegurarse un lugar entre los cuatro primeros de la carrera. La misión, aunque agónica, parece claramente posible porque el piloto madrileño de Toyota afronta la etapa final del Rally de Gran Bretaña en cuarta posición y le lleva un minuto de ventaja al quinto clasificado.En la tierra de las apuestas nadie se juega ni un penique contra la candidatura de Sainz. Aun...

Hoy es el gran día. Carlos Sainz lo tiene todo a favor para conquistar en Gran Bretaña su tercer título mundial de rallies. Sólo le faltan por cubrir los últimos 166 kilómetros cronometrados de la temporada, en los que su objetivo es asegurarse un lugar entre los cuatro primeros de la carrera. La misión, aunque agónica, parece claramente posible porque el piloto madrileño de Toyota afronta la etapa final del Rally de Gran Bretaña en cuarta posición y le lleva un minuto de ventaja al quinto clasificado.En la tierra de las apuestas nadie se juega ni un penique contra la candidatura de Sainz. Aunque sea sufriendo, como anticipó ayer, todo está preparado para la celebración de esta tarde, una vez disputado el último de los siete tramos del día. Sólo una hecatombe puede apartar a Carlos y a su copiloto Luis Moya del ansiado tricampeonato. Pero nadie en su entorno expresa alegría antes de la bandera a cuadros. Están demasiado acostumbrados a la mala suerte y al padecimiento.

Como se vio ayer, en el antiguo RAC Rally todo es posible en cualquier momento. ¡Que les pregunten a Colin McRae (Subaru), que rompió el motor y abandonó cuando era líder, o al compañero de Sainz, el francés Didier Auriol, que se retiró al quedarse sin embrague casi al final y arruinó así la opción de Toyota al doblete! El título de marcas se decanta ahora hacia Mitsubishi.

Susto mayúsculo

El propio piloto español tembló cuando tenía la situación bajo control y el horizonte resuelto. El mayúsculo susto para los españoles desplazados a Gales, entre ellos su esposa Reyes, ocurrió en el penúltimo tramo, cuando ya era de noche. A lo largo de todo el día el piso había estado muy resbaladizo y en ese punto Sainz se salió de la pista, aunque tuvo la suerte de que era un cruce de caminos y no chocó contra ningún obstáculo. No dañó el coche, pero perdió más de un minuto y metió la general en un pañuelo. A partir de ese momento se tomó las cosas con más calma.Contando con que el inglés Richard Burns (Mitsubishi) tiene el triunfo casi en el bolsillo -defiende 1m 15s de ventaja- , la lucha por las cuatro siguientes posiciones aún no está definida. Entre el segundo, Alister McRae (Subaru), hermano de Colin, y el quinto, el belga Bruno Thiry (Ford) sólo hay 106 segundos. En ese margen se encuentran el finés Juha Kannkunen (Ford) y también Sainz, a quien le vale ser segundo, tercero y cuarto, pero no quinto.

El de hoy va a ser un día cardíaco. Sainz no puede cometer ningún fallo. Depende de sus nervios y de su máquina. No están permitidas las averías y en Toyota no van a dejar que cualquier inconveniente turbe el camino de su piloto español hacia el podio. Así se verificó ayer en un hangar de la feria de ganado de Builth Wells, en el corazón del País de Gales.

Una docena de mecánicos, embutidos en monos rojos, repasaron el Corolla por debajo, por dentro, por encima. Un japonés le metió mano al motor, un inglés revisó las suspensiones, un sueco se ocupó de limpiar los discos de freno, y varios alemanes llevaron a cabo otras tareas de mantenimiento. El objetivo de todos ellos es, más que nunca, que el coche de Sainz no provoque sustos, como ayer cuando un cablecillo del cambio electrónico le dejó sin marcha atrás durante un rato.

"Seguimos estando en una posición buena", reconoció Sainz, "pero evidentemente no podemos confiarnos en ningún momento porque aquí ya se ha visto que a cualquiera pueden pasarle cosas desagradables. Nosotros tuvimos bastante suerte". Parecía obligada la referencia a la prematura retirada de Tommi Makinen el domingo, al abandono de McRae ayer por la tarde, o a su propio incidente, que demostró que habrá drama hasta el final y tocará sufrir hasta el último momento.

Si en Toyota tienen casi preparada la fiesta por el tricampeonato de Sainz, Seat también se apresta a celebrar su tercer título consecutivo de la categoría de dos ruedas motrices en la última participación del Ibiza. La derrota de Peugeot, el único rival, no admite dudas.

El equipo español ni siquiera necesita los puntos que pueden sumar el finés Toni Gardemeister y el catalán Salvador Cañellas junior, respectivamente segundo y cuarto tras la etapa de ayer.

Clasificación general: 1º Richard Burns (Mitsubishi) 2h.13.41.2. 2º Alister McRae (Subaru) a 1.15.7.3ª Kankkunen (Ford Escort) a 1.46.1. 4ª Carlos Sainz (Toyota) a 2.01.7