PELOTA

El campeón español y europeo vuelve a La Elipa tras su destierro

El Club Pelota Madrid volverá mañana a jugar sus partidos en el frontón del Polideportivo de La Elipa. El club campeón de España y de Europa recibirá al vizcaíno Danok Lagunak después de su destierro obligado en el Polideportivo Triángulo de Oro, cercano a la Plaza Castilla, que causó problemas de orden público al carecer de gradas desde siempre y no poder entrar los espectadores. La misma federaciön española, que prohibió la disputa de encuentros en La Elipa porque su cancha no cumplía ciertas señalizaciones reglamentarias (fallos que son generalizados en toda España), se dirigió al Instituto...

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El Club Pelota Madrid volverá mañana a jugar sus partidos en el frontón del Polideportivo de La Elipa. El club campeón de España y de Europa recibirá al vizcaíno Danok Lagunak después de su destierro obligado en el Polideportivo Triángulo de Oro, cercano a la Plaza Castilla, que causó problemas de orden público al carecer de gradas desde siempre y no poder entrar los espectadores. La misma federaciön española, que prohibió la disputa de encuentros en La Elipa porque su cancha no cumplía ciertas señalizaciones reglamentarias (fallos que son generalizados en toda España), se dirigió al Instituto Municipal de Deportes para declarar apto nuevamente el recinto con unos cambios que ya se han hecho. Todo hace indicar que la denuncia sobre una situación insólita, fruto del enfrentamiento federativo con un club que no le dio su apoyo electoral, así como otras presiones, han determinado la decisión.Por un lado, el presidente del Club Pelota Madrid había ido comprobando en cada encuentro fuera de Madrid que todos los frontones incumplían el reglamento. Tras notificarlo por carta certificada a la federación, avisaba que a final de temporada iba a enviar un informe al Consejo Superior de Deportes. Por otro, estaba el inocente Instituto Municipal de Deportes, involucrado en un problema que no podía salvar sin incumplir más normas aún. Dejar entrar espectadores para evitar los conflictos, como se hizo en otra ocasión anterior colocando sillas, hubiera obligado a suspender partidos de fútbol sala y baloncesto. De todas formas, el último domingo se abrió algo la mano para evitar problemas mayores. Pero era una situación insostenible para el IMD, que ha mostrado en los últimos años su interés en promover la alicaída pelota. Anualmente subvenciona con un millón de pesetas la celebración de los torneos de Navidad y San Isidro, y hubiese sido un absurdo la disputa de cualquier torneo en otro lugar que no fuera La Elipa. Por lo visto, la federación, en este caso a través de la madrileña, sucursal aliada de la española, no podía llevar su venganza hasta el límite de perjudicar directamente sus intereses y, además, con altercados públicos.

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