Helguera y el cambiante mundo del fútbol

Iván Helguera es una excepción en el fútbol español, poco exportador por tradición. Los ojeadores del Roma, un club poderoso que generalmente tira la caña en los grandes mercados del mundo, se fijaron hace dos años en él, cuando jugaba de medio centro en el Albacete.De esa experiencia en Italia, que sólo duró una temporada, Helguera, ahora en el Espanyol, recuerda las extenuantes sesiones de entrenamiento que diseñaba su entrenador, Zdenek Zeman, y no olvida su aprendizaje personal y profesional en un fútbol exigente, separado del español por cuestiones de estilo y de mentalidad: "Aprendí much...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Iván Helguera es una excepción en el fútbol español, poco exportador por tradición. Los ojeadores del Roma, un club poderoso que generalmente tira la caña en los grandes mercados del mundo, se fijaron hace dos años en él, cuando jugaba de medio centro en el Albacete.De esa experiencia en Italia, que sólo duró una temporada, Helguera, ahora en el Espanyol, recuerda las extenuantes sesiones de entrenamiento que diseñaba su entrenador, Zdenek Zeman, y no olvida su aprendizaje personal y profesional en un fútbol exigente, separado del español por cuestiones de estilo y de mentalidad: "Aprendí muchas cosas como jugador, a pesar de jugar pocos partidos. Creo que me mejoró como futbolista".

Aunque agradecido al fútbol italiano, Helguera no tiene dudas sobre su elección: "Prefiero jugar en España. Aquí los futbolistas tienen una posibilidad de disfrutar que no existe en Italia. Aquí se juega, o se intenta, allí se combate. A la gente, a los periodistas, a los jugadores, les importa poco el buen juego. Miran el resultado. El 1-0 les vale. Nadie protesta por un fútbol deficiente si el resultado es bueno".

Helguera marca otra diferencia sustancial entre las dos escuelas: "En Italia la preparación física es mayor. Se pone más atención en ese punto; Zeman era el único que hacía jugar al ataque a su equipo".

Y Zeman también fue el hombre que destapó el escándalo del presunto dopaje en el fútbol italiano: "Me extrañó cuando me enteré de las acusaciones. Durante mi periodo en Italia no escuché nada sobre ese tipo de prácticas".

Sin sitio en el Roma, Helguera aceptó la oferta que le llegó del Espanyol. Lo hizo sin saber que su entrenador, Marcelo Bielsa, tampoco tenía un sitio para él en su nuevo equipo: "No me conocía y yo tampoco llegué en buena forma". Le convenció en un puesto insospechado: como central.

Del Roma al Espanyol, del medio campo al centro de la defensa, de la suplencia total a la notoriedad como titular, del anonimato a la selección. Cosas del fútbol.

Archivado En