La dirección de Nueva Izquierda propone que sus candidatos se integren en las listas del PSOE

La dirección de Nueva Izquierda (NI) debatió la semana pasada un documento sobre criterios para alcanzar acuerdos entre NI y PSOE en las próximas elecciones municipales autonómicas y europeas. El documento, para muchos de los dirigentes, bascula entre la renuncia a su identidad como partido y el deseo de prolongarse y reforzarse a través del PSOE. Pero Nueva Izquierda renuncia a sus siglas en las candidaturas conjuntas y a formar grupo parlamentario. Son malos tiempos para los independientes. Son peores tiempos para los pequeños partidos que, además, quieren ser independientes.

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La dirección de Nueva Izquierda (NI) debatió la semana pasada un documento sobre criterios para alcanzar acuerdos entre NI y PSOE en las próximas elecciones municipales autonómicas y europeas. El documento, para muchos de los dirigentes, bascula entre la renuncia a su identidad como partido y el deseo de prolongarse y reforzarse a través del PSOE. Pero Nueva Izquierda renuncia a sus siglas en las candidaturas conjuntas y a formar grupo parlamentario. Son malos tiempos para los independientes. Son peores tiempos para los pequeños partidos que, además, quieren ser independientes.

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El documento que debatió la semana pasada la dirección de Nueva Izquierda es casi la concesión de que solos no pueden llegar demasiado lejos. No es una rendición. Pero sí es el reconocimiento de su propia debilidad y de su miedo a enfrentarse a las elecciones municipales, autonómicas y europeas en solitario.Ahora, algunos dirigentes recuerdan que cuando se hizo público el pacto de Madrid entre el PSOE y Nueva Izquierda (el acuerdo para que Cristina Almeida sea la candidata por el PSOE en las elecciones autonómicas de Madrid) se hizo creer que el pacto era un triunfo del pequeño partido escindido de Izquierda Unida. El documento de la pasada semana, presentado por el secretario general de NI, Diego López Garrido, echa por tierra algunos de los principios que entonces se dieron como logros. "El problema es qué va a ocurrir con el acuerdo de Madrid si no se acepta en ningún sitio", afirmó ayer el dirigente andaluz de NI Jerónimo Andreu.

El dirigente Manuel Alcaraz aclaraba ayer que el texto debatido son sólo bases para negociar con el PSOE. Pero de ser así, todavía es peor porque, según otras fuentes, como base de negociación Nueva Izquierda renuncia, por ejemplo, a la formación de su propio grupo parlamentario. Sin ir más lejos, Almeida ha reiterado como prueba de la fortaleza del pacto con el PSOE que, una vez acabadas las elecciones, NI formaría su propio grupo parlamentario.

Hay que decir que el documento dice, por el contrario, que "el acuerdo electoral significará compartir grupo parlamentario o municipal, regido por el consenso y la disciplina de voto, y el compromiso de estabilidad en la legislatura". Además, legalmente, los partidos que se presentan en coalición no pueden luego formar grupo parlamentario aparte, al menos en Madrid.

Sea como fuere es raro que NI plantee este tema como criterio de negociación. Otras fuentes de esta formación afirman que ha sido el PSOE quien ha impuesto que tras las candidaturas y las elecciones se habrá de ir a un grupo parlamentario común. Y a un compromiso de no abandonarlo a lo largo de la legislatura. Según Andreu, López Garrido lo planteó en la creencia de que "el documento contiene las únicas soluciones que aceptarían los socialistas".

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El ejemplo gallego

Nadie en el PSOE quiere repetir la experiencia gallega. En esta comunidad Nueva Izquierda, a través de Esquerda Galega, se presentó en las listas del PSOE con su propio símbolo y con la condición de separarse del grupo parlamentario y pasar al Grupo Mixto. Este peculiar acuerdo permitió a Anxo Guerreiro y a otro parlamentario de Esquerda Galega formar el Grupo Mixto con lo que cuentan con su propio grupo en el parlamento gallego.El documento habla de tres niveles de acuerdos: el federal, el acuerdo electoral general en cada comunidad autónoma, con listas conjuntas y "programa de Gobierno, allí donde Nueva Izquierda tiene suficiente presencia", y por último habla de un acuerdo para "listas conjuntas y programas de Gobierno, en municipios en donde Nueva Izquierda tiene presencia significativa". Donde el PSOE se presente solo, o incorpore independientes, Nueva Izquierda se compromete a apoyar esas listas. Lo que parece presuponer que en esos sitios no se presentaría NI. Fuentes de este partido matizaron ayer que este supuesto sólo era válido donde no se presentara esta formación. En cualquier caso, Andreu señaló ayer que "hay una serie de federaciones que rechazan de plano la eliminación de las siglas de NI, aunque están de acuerdo en llegar a una coalición con el PSOE".

La fórmula electoral ofrecida a los socialistas contiene los siguientes elementos: "El símbolo de las papeletas podría ser únicamente el puño y la rosa, símbolo de la internacional socialista". El segundo elemento es que la denominación de la candidatura fuera algo similar a: "PSOE y progresistas". Esta es una fórmula que el PSC ha ofrecido a Iniciativa per Catalunya y que su dirigente Rafael Ribó ha rechazado.

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