Crítica:

Una chica casi formal

2.00 / Comedia / La 2España-Alemania, 1963 (90 minutos). Director: LadislaoVajda. Intérpretes: Liselotte Pulver, Alberto de Mendoza, Manolo Morán, Gila, Juanjo Menéndez. En 1958 muere el escritor José Santugini Parada. Pocos guionistas están tan indisociablemente unidos a un director como el mentado lo estuvo a Vajda. De hecho, gran parte de las obras maestras (Doña Francisquita, Carne de horca, Tarde de toros, Mi tío Jacinto y Un ángel pasó por Brooklyn) que firmara el realizador de origen húngaro llevan la firma Santugini. Todas ellas fueron realizadas en la década de los cinc...

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2.00 / Comedia / La 2España-Alemania, 1963 (90 minutos). Director: LadislaoVajda. Intérpretes: Liselotte Pulver, Alberto de Mendoza, Manolo Morán, Gila, Juanjo Menéndez. En 1958 muere el escritor José Santugini Parada. Pocos guionistas están tan indisociablemente unidos a un director como el mentado lo estuvo a Vajda. De hecho, gran parte de las obras maestras (Doña Francisquita, Carne de horca, Tarde de toros, Mi tío Jacinto y Un ángel pasó por Brooklyn) que firmara el realizador de origen húngaro llevan la firma Santugini. Todas ellas fueron realizadas en la década de los cincuenta. En la década posterior, las obras de Vajda continúan manteniendo la impecable factura de un perfecto narrador, pero sin la inspiración de sus cintas mayores. Una chica formal pertenece a este segundo grupo. El director de una firma alemana viaja a España. A su lado, la eficaz secretaria que interpreta Liselotte Pulver (a la que se pudo ver en Uno, dos, tres, de Billy Wilder) se encarga de animar el trayecto del ejecutivo entre la envidia y maledicencias de sus compañeras. De esta forma, queda un simpático alarde con el injusto beneficio del olvido.

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