El Rayo derriba a un violento Sporting

En un partido trabado y violentamente ruidoso, el Rayo consiguió su segunda victoria del campeonato a costa de un Sporting que demostró vivir una pesadilla y, lo que sin duda es peor, demostró por qué la vive. El cuadro vallecano encontró la salida del atasco en el juego aéreo, en sendas jugadas a balón parado que finiquitaron Vergara y Pablo Sanz con dos certeros cabezazos.El único argumento del Sporting durante muchos minutos resultó ser una agresividad mal entendida. Arrastró el partido hacia los bajos fondos, sembrando el césped de trampas. La primera página de tan elaborado tratado de...

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En un partido trabado y violentamente ruidoso, el Rayo consiguió su segunda victoria del campeonato a costa de un Sporting que demostró vivir una pesadilla y, lo que sin duda es peor, demostró por qué la vive. El cuadro vallecano encontró la salida del atasco en el juego aéreo, en sendas jugadas a balón parado que finiquitaron Vergara y Pablo Sanz con dos certeros cabezazos.El único argumento del Sporting durante muchos minutos resultó ser una agresividad mal entendida. Arrastró el partido hacia los bajos fondos, sembrando el césped de trampas. La primera página de tan elaborado tratado de brusquedades la escribió Poyatos, quizá por aquello de que la veteranía es un grado. Cazó por detrás a Pablo Sanz y el árbitro resolvió el asunto con la palidez de una tarjeta amarilla. Menos castigo aún recibió Mesas, pese a que su arrebatada furia le llevó a clavar su codo en la cabeza de un rival.

Al Rayo le costó sobrevivir en lo que parecía ser una pista americana. No encontró el rumbo hasta la segunda parte, pese a que antes del descanso se fuera a la ducha el sportinguista Óscar, expulsado por agredir a Pablo Sanz, la víctima favorita de los rojiblancos. Hubo que esperar hasta el minuto 50 para que el Rayo abriera la cueva de su rival. Voló un balón desde la esquina sobre el área del Sporting y Hernández superó a todos por alto. Su cabezazo no iba dentro, pero Vergara solventó ese detalle. Cinco minutos después se repitió la jugada con idéntico resultado. Se elevó Hernández, cabeceó y Pablo Sanz firmó el gol.

El único peligro que inventó el Sporting, en cuanto a fútbol se refiere, tuvo a Rubén como propietario. Pero fue Mario quien sorprendió a Lopetegui con un tiro raso. Quedaba un cuarto de hora para el final y el Sporting intentó entonces echarle algo más que coraje al asunto. Pero no están los asturianos para heroicidades. Al equipo asturiano le bloquea el momento que vive, el drama que no cesa.

Así que fue el Rayo quien más cerca estuvo de aumentar su cuenta gracias a otro cabezazo de Michel II que escupió el larguero. Pero no se alteró la situación y el choque murió con un 2-1 que permite al Rayo conservar su condición de invicto y que empequeñece aún más a un Sporting que anda imparable en su caída a los infiernos.

En otro partido jugado ayer, el Compostela derrotó al Barcelona B (2-1). Fabiano, de penalti (m.20), y Baston (m.89) marcaron por el Compostela, mientras Luis reducía distancias en tiempo de descuento.

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