Alarma foránea

Los internacionales de Camacho empiezan a tomar conciencia por la masificación de extranjeros

Una cierta inquietud se ha instalado entre los jugadores internacionales. La repercusión de la avalancha de futbolistas extranjeros que recala año tras año en el fútbol español ha despertado sus conciencias. Las opciones de los jugadores nacionales se reducen en algunos equipos a una raquítica representación testimonial. Un jugador como Raúl coincide con buena parte de la afición en un caso significativo que marca una pauta: en el reciente Madrid-Barça de Liga, entre los 22 hombres sobre el terreno de juego, sólo seis eran españoles (los madridistas Hierro, Sanchis, Morientes y Raúl, y los...

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Una cierta inquietud se ha instalado entre los jugadores internacionales. La repercusión de la avalancha de futbolistas extranjeros que recala año tras año en el fútbol español ha despertado sus conciencias. Las opciones de los jugadores nacionales se reducen en algunos equipos a una raquítica representación testimonial. Un jugador como Raúl coincide con buena parte de la afición en un caso significativo que marca una pauta: en el reciente Madrid-Barça de Liga, entre los 22 hombres sobre el terreno de juego, sólo seis eran españoles (los madridistas Hierro, Sanchis, Morientes y Raúl, y los azulgrana Luis Enrique y Sergi). Una Liga con 170 jugadores "inútiles" para la selección española ha sembrado de preocupación el futuro del equipo nacional. La amenaza de la puntilla aparece, además, a la vuelta de la esquina. La nueva Superliga europea puede tensar el calendario hasta romper la máquina humana en que se ha convertido el futbolista por el negocio que han montado sus empresas, los clubes.Más de un jugador avisó en A Toxa, donde la selección ha permanecido una semana concentrada para preparar el partido de Israel, que los internacionales deben romper el fuego, dar ejemplo y ser los primeros en no quedarse de brazos cruzados ante los derroteros que siguen los clubes. Raúl fue de los primeros en terciar en este debate que incluso puede llegar hasta instancias gubernamentales. "Hasta ahora no se ha planteado formalmente esta cuestión entre nosotros, los internacionales", aseguró. "El asunto nos preocupa como a todo el mundo. Es un problema de todos. Si se ha de hacer algo, seguro que se hará. Nos tendremos que unir todos los futbolistas españoles para arreglar este asunto".

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Uno de los futbolistas con más peso en la selección, Rafael Alkorta, jugador de un equipo como el Athletic que no admite más que jugadores de origen vasco, comparte la filosofía de Raúl. "La gente debe concienciarse de la conveniencia de potenciar al futbolista nacional. Los dirigentes han de saber que en nuestro país también hay estrellas". El defensa incidió en que buena parte de los jugadores extranjeros que llegan a nuestro fútbol no pasan de ser mediocres futbolistas que lo único que hacen es ocupar la plaza de un nacional.

El seleccionador español, José Antonio Camacho, ha preferido no echar demasiada leña al fuego cuando acaba de acceder al cargo. Se ha limitado a exponer los problemas con que se encuentra a la hora de elegir a los jugadores. "Hay menos donde elegir", señaló al mismo tiempo que se imagina la furura Superliga europea. "Las selecciones nos encontraremos con problemas añadidos por culpa de las fechas. Los clubes seguro que extreman las precauciones para tener a sus jugadores en perfecto estado y aumentaran las pegas para que vayan a la selección".

Kiko extendió su preocupación al número de partidos al que se va a exponer a un jugador cuando salga la Superliga. "Es inquietante el panorama. Me imagino que establecerán un calendario diferente al actual o amplían el año a 465 días", explicó. "Pero me preocupa no sólo la cantidad de partidos, sino también el estado anímico que puede envolver al jugador con tantas concentraciones y compromisos. El cuerpo no va a poder aguantarlo y su máquina humana puede romperse", avisó Kiko.

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