El Betis recupera el orgullo

El Betis necesitaba goles para creérselo; pues ayer metió cinco. Cinco goles que suenan como una paliza tremebunda al semiprofesional Vejle, aunque en realidad al que venció el Betis ayer fue a sí mismo, a sus fantasmas.El Betis marcó en el primer minuto y puso la eliminatoria en franquicia antes de los 20. Lo hizo a la antigua, abriendo el campo hasta el límite de las bandas y rematando pases desde las bandas de rosca ponzoñosa. Un balón a toda velocidad en el área es mucho más peligroso que un delantero a todo regate. Además allí estaba Iván Pérez que metió tres goles de rematador de postín ...

El Betis necesitaba goles para creérselo; pues ayer metió cinco. Cinco goles que suenan como una paliza tremebunda al semiprofesional Vejle, aunque en realidad al que venció el Betis ayer fue a sí mismo, a sus fantasmas.El Betis marcó en el primer minuto y puso la eliminatoria en franquicia antes de los 20. Lo hizo a la antigua, abriendo el campo hasta el límite de las bandas y rematando pases desde las bandas de rosca ponzoñosa. Un balón a toda velocidad en el área es mucho más peligroso que un delantero a todo regate. Además allí estaba Iván Pérez que metió tres goles de rematador de postín y se lo puso muy difícil a Oli para continuar siendo titular.

Vicente Cantatore se permitió la licencia táctica de dejar las piernas libres a Denilson. El brasileño se plantó en el centro del ataque y brilló. Sí, estuvo brillante, pero en la faceta humana, no en la divina. En el sudor y la entrega. Dribló, corrió, hizo entradas, marrullerías y demostró que su pierna derecha es bastante menos inteligente que la izquierda. Tras dejar atrás a cuatro defensas atrás, entrando en diagonal desde la izquierda se quedó solo ante el portero, pero ¡ay! en la diestra, por lo que el chut se convirtió en pase al portero.