El Steaua como terapia

En alerta roja está el Valencia. El técnico, Claudio Ranieri, no sabe qué pasa con su equipo, que no sólo juega muy mal -lo que sería hasta cierto punto comprensible para el preparador romano-, sino que encima pierde, con lo que se desmorona el castillo resultadista del preparador italiano. "¡Van a decir que no soy italiano"!, les gritó el técnico a los jugadores tras reprenderles por los errores defensivos que acumularon para que el Valencia perdiera el sábado en Valladolid (3-1).Es un mal que se ha repetido no sólo desde el comienzo de la Liga, sino también en la UEFA, cuando el grupo de Ran...

En alerta roja está el Valencia. El técnico, Claudio Ranieri, no sabe qué pasa con su equipo, que no sólo juega muy mal -lo que sería hasta cierto punto comprensible para el preparador romano-, sino que encima pierde, con lo que se desmorona el castillo resultadista del preparador italiano. "¡Van a decir que no soy italiano"!, les gritó el técnico a los jugadores tras reprenderles por los errores defensivos que acumularon para que el Valencia perdiera el sábado en Valladolid (3-1).Es un mal que se ha repetido no sólo desde el comienzo de la Liga, sino también en la UEFA, cuando el grupo de Ranieri ametralló con cuatro goles al Steaua en Bucarest, pero no evitó encajar tres tantos (3-4). Como en la ida, el Valencia volverá a encomendarse esta noche -Mestalla, 21.30, Canal 9- a la fuerza descomunal del Piojo López, inédito hasta ahora en la Liga por sanción e imprescindible, por lo visto, para el funcionamiento de un equipo con órdenes de que el balón vuele sin cesar de área a área. Sin parada y fonda.

Y es que para Ranieri catenaccio no es una palabra ni mucho menos peyorativa. "Quiero darles la razón a quien dicen que jugamos al catenaccio. Eso quiero que sea mi defensa y no un coladero como el sábado", comentó ayer el técnico.

Tras caer en Valladolid, el preparador italiano, incluso, mandó a sus jugadores al "psicoanalista", un indicio de que el técnico empieza a dudar de la valía de una plantilla. Tendría razones ello: Schwarz llegó para liderar el centro del campo y ya calienta banquillo (será hoy baja por sanción); Björklund debía marcar la raya en la defensa, pero se limita a lanzar pelotazos; Popescu, por el que se pagaron más de 1.000 millones al Salamanca, apenas juega; y la lentitud del grandote Lucarelli choca con el vértigo del contragolpe valencianista.

El Steaua, por su parte, se presenta al choque sin el ex sevillista Dumitrescu, pero con el ex oviedista Lacatus, el jefe indiscutible de un equipo tan dotado para el ataque como desorganizado para la defensa.

Alineaciones:

Valencia: Cañizares; Angloma, Djukic, Roche, Carboni; Mendieta, Milla, Farinós, Angulo; Ilie y Piojo López.

Steaua: Tene; Reghecampf, Matei, Belodedici, Rachita; Miu, Serban, Lincar, Rosu; Lacatus y Danciulescu.