Las obras del metro cortan por sorpresa el túnel de Cristo Rey

La glorieta de Cristo Rey se convirtió ayer en una ratonera para los miles de vehículos que circulan cada día por esa zona. La Consejería de Obras Públicas pidió al Ayuntamiento, sin aviso previo, que cerrara al tráfico el túnel de Cristo Rey para afianzar el terreno ante el riesgo de un socavón. La tuneladora que horada la línea 7 del metro ha abierto esta semana, a sólo cinco metros bajo el paso inferior, un nuevo subterráneo. Las retenciones alcanzaron a media tarde la calle de Ríos Rosas.

La Consejería de Obras Públicas tenía previsto realizar hoy y mañana los trabajos de consolidac...

La glorieta de Cristo Rey se convirtió ayer en una ratonera para los miles de vehículos que circulan cada día por esa zona. La Consejería de Obras Públicas pidió al Ayuntamiento, sin aviso previo, que cerrara al tráfico el túnel de Cristo Rey para afianzar el terreno ante el riesgo de un socavón. La tuneladora que horada la línea 7 del metro ha abierto esta semana, a sólo cinco metros bajo el paso inferior, un nuevo subterráneo. Las retenciones alcanzaron a media tarde la calle de Ríos Rosas.

La Consejería de Obras Públicas tenía previsto realizar hoy y mañana los trabajos de consolidación del terreno, habituales cuando en un mismo punto confluyen varios túneles, pero los responsables de las obras en la línea 7 decidieron adelantar esa medida y alejar tanto el riesgo de un socavón en el paso subterráneo de Cristo Rey como la aparición de posibles grietas en el túnel del suburbano.La Comunidad comunicó al Ayuntamiento a las ocho de la mañana la necesidad de cortar el tráfico mientras se inyectaba mortero de cemento en el terreno, ya que las vibraciones causadas por el paso de los vehículos podían afectar a los trabajos. Dada la intensidad de la circulación a primera hora de la mañana, la Policía Municipal esperó hasta las diez para cortar el túnel. Desde esa hora, todos los vehículos que se dirigieron a la carretera de La Coruña por Cristo Rey se vieron atrapados en el atasco. A media tarde las retenciones alcanzaban casi el paseo de la Castellana y en las pantallas del servicio de información de tráfico podían verse los coches parados en la entrada del túnel de la calle de Ríos Rosas, a la altura de Ponzano.

El jefe de Servicio de la ampliación del Metro, Manuel Arnáiz, justificó la urgencia de la medida por la escasa separación que hay entre el túnel de Cristo Rey y el que se acaba de horadar para la línea 7. "Se trata de una actuación prevista que hemos provocado esta mañana. Entre la bóveda de nuestro túnel y la solera del subterráneo del Ayuntamiento hay apenas cinco metros escasos. Anoche vimos que era necesario tratar el terreno inmediatamente porque se podía afectar el pavimento", explica Arnáiz. El túnel del suburbano tiene 1.200 metros entre las futuras estaciones de Islas Filipinas y Guzmán el Bueno.

Los técnicos de la consejería preveían concluir la inyección de mortero a las doce de la noche. El atasco alcanzó sus mayores proporciones a media tarde coincidiendo con la habitual salida del fin de semana hacia las localidades de la sierra y segundas residencias. La Policía Municipal desvió a los conductores hacía la calle de la Princesa, el puente de los Franceses y el paseo de la Castellana.

El corte del túnel de Cristo Rey no ha sido el único registrado en la capital por sorpresa esta semana. El Ayuntamiento cortó sin previo aviso la M-30, en ambas direcciones a la altura del puente de Ventas las noches del lunes al jueves pasado, según informa Luis Fernando Durán.

La Policía Municipal interrumpió el tráfico desde las 21.30 a las seis de la madrugada, desviando la circulación por las rampas del nuevo puente de Ventas. Las interrupciones de tráfico sorprendieron a miles de conductores que se quedaron atrapados en las retenciones que se produjeron en la vía de circunvalación durante toda la noche y primeras horas de la madrugada.

Ni la Policía Municipal ni el Ayuntamiento de Madrid han avisado con antelación de los cortes como sì se ha venido haciendo durante los meses anteriores. "No hemos ofrecido noticias previas de los cortes de tráfico porque tampoco nadie nos han dicho que lo hiciéramos", señaló un portavoz de la Policía Municipal. "Sólo podemos confirmar", prosiguió, "que se están produciendo porque los pide la empresa constructora".

Esta semana se ha procedido a la colocación de las mamparas en el nuevo puente de Ventas y el arco de acero diseñado para iluminar la zona.

Grasa en la calzada

Las retenciones afectaron ayer tarde también a las entradas y salidas por la carretera de Barcelona (nacional II), pero en este punto el atasco se debió a un accidente de tráfico: un camión cargado con tripas de cerdo volcó sobre la calzada a la altura de la localidad de San Fernando de Henares.Las retenciones llegaron desde el kilómetro 16 al 5. El accidente ocurrió a primeras horas de la tarde en sentido salida de Madrid, según un portavoz de la Dirección General de Tráfico.

Como consecuencia del vuelco, la mercancía, formada principalmente por vísceras, se desparramó sobre el asfalto, que quedó cubierto de grasa. Fue necesario utilizar sacos de arena y absorbentes antes de abrir todos los carriles de nuevo a la circulación.

En sentido entrada, también hubo circulación lenta desde el kilómetro 20 hasta el lugar del accidente por la disminución de la velocidad de los conductores ante la curiosidad que despertó el siniestro. El Servicio de Mantenimiento de Carreteras y los Bomberos de la Comunidad se encargaron de las tareas de limpieza de la calzada para restituir el tráfico.