FÚTBOL VUELVEN LAS COMPETICIONES EUROPEAS

El Atlético, contra las dudas de su propio juego

Kiko jugará seguro ante el Obilic, pero Juninho es duda

El Atlético de las dudas inicia esta noche su aventura en la Copa de la UEFA (21.30, Antena3). Lo hace ante uno de los mejores equipos yugoslavos, el Obilic, campeón de la pasada Liga y segundo clasificado de la actual, que no responde al perfil tipo de los conjuntos balcánicos. No se caracteriza por la anarquía a cambio de un descomunal poder de desiquilibrio individual. Al contrario: no posee jugadores luminosos, pero se muestra como un bloque organizado cuya principal virtud se ubica en aspectos más físicos que técnicos. Por ahí, el Obilic es más alemán que yugoslavo. Con todo, el problema ...

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El Atlético de las dudas inicia esta noche su aventura en la Copa de la UEFA (21.30, Antena3). Lo hace ante uno de los mejores equipos yugoslavos, el Obilic, campeón de la pasada Liga y segundo clasificado de la actual, que no responde al perfil tipo de los conjuntos balcánicos. No se caracteriza por la anarquía a cambio de un descomunal poder de desiquilibrio individual. Al contrario: no posee jugadores luminosos, pero se muestra como un bloque organizado cuya principal virtud se ubica en aspectos más físicos que técnicos. Por ahí, el Obilic es más alemán que yugoslavo. Con todo, el problema del Atlético no radica tanto en la estatura del rival como en su propio estado, muy distante del que sueña Sacchi.El técnico italiano lo avisó. Predijo que su Atlético no encontraría la forma antes del mes de octubre y reclamó paciencia. Y el conjunto rojiblanco, efectivamente, no carbura por ahora. Fundamentalmente porque el todos a una que pretende su entrenador aún no se cumple. Las líneas no actúan juntas y la presión no se hace de forma solidaria y sincronizada. Es probable que el baile de dibujos tácticos aplicado por Sacchi -cuatro distintos desde que llegó al club- haya contribuido a la confusión. La realidad es que el Atlético ni recupera la pelota con celeridad, ni complica demasiado la circulación del contrario. Y también, aunque eso ya se suponía, encuentra dificultades mayúsculas en el ataque estático. La pizarra, por ahora, no aporta soluciones. Hasta la fecha éstas las dan Kiko y su magia y Juninho y su electricidad. El Atlético depende de ellos. No está en forma el grupo rojiblanco. Y eso es un serio problema cuando de competiciones del k.o. se trata, cuando un simple error puede costar la eliminatoria y la salud económica del curso. Los rojiblancos saben que no pueden fallar esta noche. "Va a ser un compromiso complicado", reconoce Santi, quien para esta cita se conforma con que "el Obilic no haga ningún gol". Eso, que el rival no marque, es también la gran obsesión de Sacchi. El defensa está convencido de que la plenitud de forma del equipo está próxima: "El equipo va a ir a más. Estamos trabajando muy bien y tenemos buenas vibraciones. Después de lo que estamos currando ha llegado la hora de recoger los frutos".

Del rival, los jugadores del Atlético conocen poco. Han visto sus duelos ante el Bayern de Múnich en la Liga de Campeones -como quedaron eliminados los yugoslavos por eso juegan la Copa de la UEFA- y el último de Liga ante el Zeleznik, pero Santi no se ha quedado con ningún jugador. "Está claro que lo que destaca es el grupo". El Obilic, un cuadro que juega bajo la fórmula del 5-3-2, es un conjunto bien organizado, pero que carece de pegada. Además, su jugador más importante, Rankovic, arrastra molestias físicas, y su centrocampista Juskic es baja. Un equipo que no debería alzarle la voz al Atlético en condiciones normales, pero no es el caso.

El conjunto de Sacchi anda mal línea por línea. La defensa enseña preocupantes agujeros, el centro del campo ni ahoga ni elabora y el ataque no mete miedo. Hasta tiembla la portería, donde Molina enseñó el pasado sábado muestras peligrosas de inseguridad. Reclaman tiempo, pero el aficionado está hecho un flan.

Chamot es baja segura por culpa de una contractura muscular. Kiko, que también arrastraba molestias, estarán a punto para la cita. Su presencia, visto lo visto, se antoja esencial para la prosperidad del Atlético. Empezó el curso con el cartel de transferible; la pretemporada le pronosticó un año difícil, fuera de sitio, en una banda, y, sin embargo, la fuga de Vieri le ha devuelto todo el protagonismo. Ha recuperado su posición y todos los galones del ataque.

Pero el que más preocupa a Sacchi es Juninho, con problemas en un tobillo. "Hay que estar seguros de que no va a tener miedo", dijo ayer el entrenador en conferencia de prensa, "pero espero que pueda jugar porque es muy importante para nosotros".

El Obilic, que llega "a por todas", según afirmó su presidenta, Svetlana Raznatovic, supo ayer que el grupo de defensa de derechos humanos alemán David contra Goliath había vuelto a pedir su exclusión de la Copa de la UEFA por ser propiedad del presunto criminal de guerra Arkan Raznatovic, contra quien pesa una orden de detención en Alemania y que dirigía a los tigres, un grupo paramilitar que participó en la guerra de Bosnia. "Es una vergüenza para el fútbol europeo que pese a las informaciones que se disponen sobre las acciones criminales de Raznatovic, el campeón yugoslavo no sea apeado", dice el comunicado de prensa de la organización. Atlético: Molina; Aguilera, Torrisi, Santi, Serena; Njegus, Mena, Juninho, Jugovic; Kiko y Lardín. Obilic: Lukic; Savic, Mrkic, Vargec, Babeu; Zoric, Sarac, Grozdic, Zivkovic; Rankovic y Viciknez. Árbitro: Steinborn (Alemania).

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