Se busca seleccionador

Luis Aragonés ha dicho no. Un técnico de 60 años, que ha dirigido 611 partidos de Liga, deja pasar el tren de la selección. Sorprendente, pero cierto. ¿Es dirigir la selección española un trabajo tan incómodo? Luis Aragonés lo deja pasar, probablemente, para siempre. Lo deja pasar con todo el dolor de su corazón. Su cabeza le recomienda no aceptar cierto tipo de imposiciones. La federación parece hacer un mal negocio: a las dificultades de una demanda escasa (la lista de entrenadores disponibles es realmente exigua) se le une un serio problema en la oferta. La situación amenaza abrir una nueva...

Luis Aragonés ha dicho no. Un técnico de 60 años, que ha dirigido 611 partidos de Liga, deja pasar el tren de la selección. Sorprendente, pero cierto. ¿Es dirigir la selección española un trabajo tan incómodo? Luis Aragonés lo deja pasar, probablemente, para siempre. Lo deja pasar con todo el dolor de su corazón. Su cabeza le recomienda no aceptar cierto tipo de imposiciones. La federación parece hacer un mal negocio: a las dificultades de una demanda escasa (la lista de entrenadores disponibles es realmente exigua) se le une un serio problema en la oferta. La situación amenaza abrir una nueva e inesperada crisis si el segundo de la lista, parece ser que Camacho aunque nadie ha confirmado este aspecto, vuelve a contestar con una negativa. La paradoja no tendría precedentes: dos serían demasiados hombres dándole la espalda a un puesto teóricamente envidiable para cualquier profesional. Entonces, habría que preguntarse si la gestión que está haciendo la federación es la correcta. ¿Quieren, acaso, castigar al sucesor de Clemente? ¿quieren hacerle la vida incómoda? ¿quieren imponerle unas condiciones inaceptables? De seguir así el proceso de convocatoria, caería el pesado lastre del descrédito sobre el cargo de seleccionador. Si, como parece, la oferta federativa es tan cerrada e inflexible, lo mismo da si la exponen como anuncio en las páginas de ofertas de empleo.La crisis de la selección se ha demostrado más profunda de lo que parecía ser un mero asunto personal con Clemente de por medio. Tanto es así que la selección ha oscurecido el arranque de la Liga, que celebró este fin de semana su segunda jornada. La Liga, en segundo plano. Sin ruido. Quizás porque vencieron los que tenían que hacerlo: el Madrid celebrando discretamente su primera victoria fuera de casa en diez meses, el Barcelona cumpliendo con el pronóstico ante el modesto Extremadura. Una Liga en la que, por cierto, todos los equipos han puntuado ya, hecho que no sucedía en los últimos tiempos. No hay víctimas ni verdugos, por el momento. Sólo, desconcierto por lo difícil que resulta buscar un técnico para la selección española.