Crítica:

Más allá del jardín

22.30 / DramaEsp., 1996. Dir.: Pedro Olea. Int.: Concha Velasco, Giancarlo Giannini, Ingrid Rubio, Mari Carrillo.Palmira Gadea está triste. Peor, hundida. Llega la menopausia y de su mano el más estratosférico cúmulo de desgracias que ser humano a visto nunca: desde el adulterio del marido al atomentado suicidio del hijo pasando por la enfermedad del nieto y deteniéndose en una surreal colección de amantes. Solución: se va con una ONG a encontrarse a sí misma y, de paso, con su antiguo y verdadero amante. Sobre la novela de Antonio Gala, Olea (Pim, pam, pum... fuego) contiene el gesto p...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

22.30 / DramaEsp., 1996. Dir.: Pedro Olea. Int.: Concha Velasco, Giancarlo Giannini, Ingrid Rubio, Mari Carrillo.Palmira Gadea está triste. Peor, hundida. Llega la menopausia y de su mano el más estratosférico cúmulo de desgracias que ser humano a visto nunca: desde el adulterio del marido al atomentado suicidio del hijo pasando por la enfermedad del nieto y deteniéndose en una surreal colección de amantes. Solución: se va con una ONG a encontrarse a sí misma y, de paso, con su antiguo y verdadero amante. Sobre la novela de Antonio Gala, Olea (Pim, pam, pum... fuego) contiene el gesto para no dejarse arrollar por el sonoro melodrama (que, al fin y al cabo, es lo que pide semejante dislate). Ni las soberias interpretaciones ni la correcta dirección consiguen detener lo inevitable: que, descartado el llanto furioso, todo navegue por una extraña marea entre la indiferencia, lo obvio y lo inverosímil.

Archivado En