Antonio Oliveira demanda a Lopera por una grabación
Nada puede ya sorprender en el Betis. Tras el desbarajuste deportivo, ahora le toca el turno a los tribunales. El ex entrenador del equipo, Antonio Oliveira, llevará a los tribunales a Manuel Ruiz de Lopera por mentir sobre su salida del club. La sitiuación más rocambolesca y que puede acabar con todos ante el juzgado la protagonizó ayer el presidente del Betis que, en la conferencia de prensa de presentación de Vicente Cantatore, reprodujo una cinta con la supuesta voz del segundo de Oliveira, Acacio Casimiro, dándole la razón al presidente del club en el tema de los descartes y, por ende, qu...
Nada puede ya sorprender en el Betis. Tras el desbarajuste deportivo, ahora le toca el turno a los tribunales. El ex entrenador del equipo, Antonio Oliveira, llevará a los tribunales a Manuel Ruiz de Lopera por mentir sobre su salida del club. La sitiuación más rocambolesca y que puede acabar con todos ante el juzgado la protagonizó ayer el presidente del Betis que, en la conferencia de prensa de presentación de Vicente Cantatore, reprodujo una cinta con la supuesta voz del segundo de Oliveira, Acacio Casimiro, dándole la razón al presidente del club en el tema de los descartes y, por ende, quitándosela a sí mismo.Asimismo, Ruiz de Lopera aseguró ayer ante la prensa que Oliveira le intentó timar con el fichaje de un húngaro y un eslovaco y que le propuso poner el dinero (unos 600 millones de pesetas) en una cuenta corriente que "conocía" el entrenador luso. Lo primero que hará Oliveira esta mañana será ir al consulado portugués para pedir asesoramiento a la hora de demandar al propietario del Betis.
La situación del club sevillano es absolutamente abracadabrante. Mientras Casimiro habalaba con la prensa muy enojado y casi a voz en grito, a escasos metros, en uno de los salones del hotel Ciudad de Sevilla, la estrella bética Denilson, descansaba tras haberse tragado un bocadillo mientras tamborileaba en los muslos de su novia, rodeado de su familia. Ruiz de Lopera dijo que se dio cuenta de que Oliveira era un farsante cuando no reconoció una "reproducción auténtica" de la Virgen de Fátima.