El Barça asume sus errores tras recibir la primera pañolada

Los jugadores azulgrana encajan resignados la derrota y Sergi pide paciencia a la afición

Debut con silbidos en el descanso, bronca y pañuelos. Imposible empezar peor. El Barça sufrió un tratamiento de shock en su estreno en el Camp Nou y ayer todavía intentaba digerir un estreno tan duro. La grada envió un mensaje claro: será difícil que perdone un mal juego o un ridículo como el realizado ante el Mallorca. No acepta que la la marcha de tantos jugadores queridos -el caso de Iván de la Peña es el más emblemático- sirva sólo para hacer un papel tristísimo. El vestuario, con el técnico a la cabeza, asumió la autocrítica. Algo muy distinto a lo que se dijo en la la tribuna. El preside...

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Debut con silbidos en el descanso, bronca y pañuelos. Imposible empezar peor. El Barça sufrió un tratamiento de shock en su estreno en el Camp Nou y ayer todavía intentaba digerir un estreno tan duro. La grada envió un mensaje claro: será difícil que perdone un mal juego o un ridículo como el realizado ante el Mallorca. No acepta que la la marcha de tantos jugadores queridos -el caso de Iván de la Peña es el más emblemático- sirva sólo para hacer un papel tristísimo. El vestuario, con el técnico a la cabeza, asumió la autocrítica. Algo muy distinto a lo que se dijo en la la tribuna. El presidente azulgrana Josep Lluis Núñez recuperó una idea suya ya vieja y acusó a los críticos de ser malos seguidores azulgrana. "Contemos lo positivo. La afición del Barça es la que anima. Los que silban y muestran pañuelos no son aficionados del Barça", afirmó.Lejos de los gestos de soberbia de otras ocasiones, el técnico Louis Van Gaal se desmarcó primero de la lectura realizada por Núñez y otorgó a la afición todo el derecho del mundo para silbar. "Y nuestro deber es agradar", dijo. "Yo creo que es normal que la gente silbe. Tiene razón: han venido al campo en busca del espectáculo y no hemos jugado nada", corroboró Rivaldo en cuánto finalizó el partido. El holandés Cocú no tuvo tampoco el mejor de los debuts. Van Gaal le situó de conductor cuando él es un interior. "¿Que qué me parece empezar así, con pañuelos?", dijo repitiendo la pregunta en inglés. "Ya sé que el público es aquí crítico, pero también lo eran en el PSV Eindhoven (su club de origen). Tenemos un equipo fuerte y con muchos nombres. Y lo que quiere la gente es que juguemos bien aunque ante el Mallorca trabajamos mucho para conseguirlo".

Quizás por que ha salido de la casa, porque teme que la crispación anide toda la temporada en la grada, Sergi pidió paciencia. "Hay que tirar adelante. Hay que estar unidos en los momentos buenos y malos", señaló el defensa, que acaba de salir de una lesión muscular. "Posiblemente, los que ayer nos criticaron acabarán diciendo que tenemos un gran equipo. Vamos a disputar tres títulos y si hay división en la gradería es malo".

Terapia de grupo

Mientras el equipo de Héctor Cuper celebraba la Supercopa, el primer título de su historia, el Barça realizaba terapia de grupo en el Camp Nou. Van Gaal no perdona. Los jugadores abandonaron el Camp Nou cerca de la 1.00 de la madrugada del sábado y a las 9.30 ya estaban otra vez en los vestuarios. Siempre es el mismo guion: repasar los fallos para corregirlos.No es novedad: después del partido en Mallorca ya hubo bronca. Esta vez que el tono fue menor y la terapia apenas duró 20 minutos. Van Gaal se mostró entre sereno y resignado en el ensayo. El Barça cuenta sus partidos oficiales por derrotas. Mañana juega a un sólo el encuentro el Joan Gamper, el torneo oficial del club, ante el Santos, el antiguo equipo de Giovanni. Y el domingo, los azulgrana debutarán en la Liga en Santander. Van Gaal admitió que exprimiría al máximo el parón de la Liga por el partido de la selección para repasar los problemas que está presentando su equipo. "¿Que qué nos pasa?", se preguntó Giovanni. "Creo que la clave residió en que no acertamos en los pases. Ahí fallamos mucho. Y si no tienes el balón, el rival te pilla a contrapie. Así no paras de correr y te agotas más. Y yo, particularmente, todavía no estoy bien". "No tuvimos ritmo, ni alta circulación de balón y el Mallorca nos sorprendió no siempre, pero sí imuchas veces desorganizados", añadió Roger.

El menor de los García no sólo subrayó los fallos del Barça. Se acordó también del Mallorca. "Es un equipo muy sólido y muy organizado. Y no hay que olvidar que los resultados del año pasado fueron justísimos", explicó. Tiene razón: el Barça ganó en la Liga en el Luis Sitjar (0-1) tras salvar un penalti en contra en el último minuto y empató (0-0) en casa en el Camp Nou. Y la final de Copa se decidió en la tanda de penaltis. El Barça volverá esta mañana a los entrenamientos para preparar el partido del Gamper. Van Gaal comparecerá ante los periodistas y explicará su versión de lo ocurrido en la final. El equipo azulgrana intentará otra vez mejorar su imagen ante su afición. Visto lo sucedido el martes y el sábado en el Camp Nou, será difícil que demasiados aficonados interrumpan sus vacaciones para ver al Santos.

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