Entrevista:

GERMÁN ARIAS JUGADOR DE BILLAR "En el juego, como en la vida, hay que controlar la situación"

Durante el día ejerce su profesión de Policía Local en Cádiz, pero realmente impone su autoridad cuando se transforma y cambia el uniforme por la chaquetilla de competición, la pistola reglamentaria por el taco en sus manos y las calles por la mesa de billar. Tanto es así que su victoria en la liga nacional de billar en la modalidad de bola a 8 con apenas 29 años le permitió participar hace un mes en el campeonato del mundo de la especialidad celebrado en Las Vegas. P. ¿De dónde viene su afición? R. Justo antes de casarme. A mi mujer le gustaba y me decidí, ante la carencia de instalaciones,...

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Durante el día ejerce su profesión de Policía Local en Cádiz, pero realmente impone su autoridad cuando se transforma y cambia el uniforme por la chaquetilla de competición, la pistola reglamentaria por el taco en sus manos y las calles por la mesa de billar. Tanto es así que su victoria en la liga nacional de billar en la modalidad de bola a 8 con apenas 29 años le permitió participar hace un mes en el campeonato del mundo de la especialidad celebrado en Las Vegas. P. ¿De dónde viene su afición? R. Justo antes de casarme. A mi mujer le gustaba y me decidí, ante la carencia de instalaciones, a montar un club de billar particular donde inicié mi andadura y aficioné a mucha gente. P. Y en apenas diez años se sitúa usted en la élite mundial de este deporte. R. Cualquier jugador desde una liga local puede llegar a competir en un campeonato del mundo, pero es necesario sacrificio para, después de trabajar, entrenar dos o más horas que te permitan adquirir el nivel suficiente para participar en muchas pruebas. P. Pero a pesar de su ascenso sigue costeándose los viajes. R. Si, porque al no tener apoyos de patrocinadores los torneos nos lo costeamos inicialmente de nuestros bolsillos. Esto lo convierte en un deporte elitista. P. ¿Qué diferencia al billar de alta competición? R. Un profesional vive de aquello que practica. No es el caso de España, a pesar de que hay muchos y muy buenos jugadores españoles que están al mejor nivel mundial. P. ¿Hace daño a este deporte que se le asocie al oscuro mundo del juego y las apuestas? R. No sabría contestar exactamente, pero lo cierto es que la situación que se nos dibuja en las películas se reproduce en América, donde al margen de la competición hay un montón de dinero de las apuestas de gente que vive exclusivamente de ello. P. Usted desempeña un trabajo de riesgo en el que se presume valor, serenidad y observación minuciosa de las distintas situaciones. ¿Existe algún paralelismo con el deporte que practica? R. Cualquier actividad de concentración es cierto que te ayuda personalmente a abrirte la mente, Pero nada más. P. Pero sus compañeros dicen que se enfada con frecuencia. R. No creo que lo digan o tal vez por mi fuerte carácter. Pero no tienes que ser un jugador agresivo. Tampoco si eres pasivo vas a ningún lado. Lo ideal es controlar las situaciones. P. ¿Qué recuerda de Las Vegas? R. Es una experiencia que hay que vivirla para poder explicarla. Es incluso más espectacular que en el cine. Todo es lujo y dinero.

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