Escalada de venganzas en el Ulster por la quema de iglesias

Irlanda del Norte vivió ayer una escalada de acciones de venganza por la quema de iglesias católicas que amenaza el proceso de paz y eleva al máximo la tensión en la provincia, en vísperas de la temida marcha protestante del próximo domingo en Portadown. Tanto los dirigentes de las comunidades en el Ulster como el presidente Bill Clinton hicieron llamamientos a contener la violencia para evitar que descarrilen todos los progresos hechos hasta el momento en la senda del diálogo.

Dos iglesias protestantes y otro edificio de la Orden de Orange fueron quemados en la madrugada de ayer. Una e...

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Irlanda del Norte vivió ayer una escalada de acciones de venganza por la quema de iglesias católicas que amenaza el proceso de paz y eleva al máximo la tensión en la provincia, en vísperas de la temida marcha protestante del próximo domingo en Portadown. Tanto los dirigentes de las comunidades en el Ulster como el presidente Bill Clinton hicieron llamamientos a contener la violencia para evitar que descarrilen todos los progresos hechos hasta el momento en la senda del diálogo.

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Dos iglesias protestantes y otro edificio de la Orden de Orange fueron quemados en la madrugada de ayer. Una escuela católica también fue atacada en la noche del jueves dentro de esta nueva ola de violencia. Un hombre resultó muerto a tiros en Bangor, un enclave marcadamente unionista. El Gobierno británico y los líderes católicos hacen sus últimos esfuerzos para que la Orden de Orange acepte la decisión de la comisión de marchas y evite en su desfile del domingo los barrios católicos. Todo está preparado allí para el enfrentamiento. "Si nos dan una última oportunidad, yo utilizaré mi influencia para asegurarnos de que éste es el último año en que ocurren este tipo de cosas", declaró el líder del Sinn Fein, Gerry Adams.

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