"Disfrutemos ante Brasil"

34 años, tez morena, propia de un veraneante; ojos transparentes, casi oblícuos, de aquellos que miran para un sitio y ponen el balón en el otro (el tercer gol ante Nigeria lo retrata); el culo un poco caído (en su centro de gravedad está el secreto de su juego); y piernas de muy buen ver. Michael Laudrup camina con áurea, rodeado de una corte reverencial, hacia su despedida ("por lo que se ve no jugamos un amistoso", sonríe). Ha dicho que el día que pierda se jubila. ¿Puede ser hoy? A saber. Sonriente, a punto de ser santificado, el danés atiende a un grupo de periodistas.Pregunta. ¿C...

34 años, tez morena, propia de un veraneante; ojos transparentes, casi oblícuos, de aquellos que miran para un sitio y ponen el balón en el otro (el tercer gol ante Nigeria lo retrata); el culo un poco caído (en su centro de gravedad está el secreto de su juego); y piernas de muy buen ver. Michael Laudrup camina con áurea, rodeado de una corte reverencial, hacia su despedida ("por lo que se ve no jugamos un amistoso", sonríe). Ha dicho que el día que pierda se jubila. ¿Puede ser hoy? A saber. Sonriente, a punto de ser santificado, el danés atiende a un grupo de periodistas.Pregunta. ¿Cómo está ante un partido tan trascendente?

Respuesta. Muy tranquilo. Sabemos que probablemente vamos a encontrarnos con el mejor equipo del mundo, pero no siempre ganan los mejores. No hay equipo imbatible. Tenemos una posibilidad y hay que ver. De momento vamos a disfrutar de este partido, porque momentos así a lo mejor no se vuelven a vivir en muchos años.

P. Brasil acepta con recelo su papel de favorito.

R. A ellos les hubiera gustado más jugar contra Nigeria. No le van los equipos nórdicos. Ni Escocia, ni Noruega ni tampoco Dinamarca. Nos respetan, pero se ven semifinalistas.

P. ¿Por donde pasan las opciones de Dinamarca?

R. En un partido puede pasar de todo. Bulgaria, por ejemplo, le ganó a Alemania en 1994. La lógica dice que de diez veces que juguemos, la mayoría las ganará Brasil, pero siempre hay un día en que pasa lo contrario. Nosotros seguimos siendo un pequeño país, pero con un nombre de los grandes.

P. ¿Se plantea que puede ser su último partido?

R. No lo pienso. Es lo lógico, pero nunca se sabe. Pero si al final lo es, no podría tener una mejor despedida. Para mí es un orgullo acabar siendo campeón de Liga y de Copa [con el Ajax], y estar en los cuartos de final. Un final así no podría haberlo escrito ni en un libro. Pero hay que intentar que no sea el último partido. Sería una pena encerrarnos atrás, esperando y acabar perdiendo por 1-0, con la frustración de que podíamos haber hecho algo más. Si lo intentas y no lo consigues al menos quedas satisfecho.

P. ¿Éste es el plan de Dinamarca?

R. Hay dos palabras claves: disfrutar e intentarlo. Hay que jugar a gusto, pero haciendo lo posible por ganar a los mejores. Tenemos que decirnos: "Hay que intentarlo, sabiendo que a lo mejor sólo nos queda un partido, pero que es muy bueno".

P. ¿Mejor pensar en Dinamarca que en Brasil?

R. Si piensas en sus jugadores acabas preocupándote, pues son los mejores, comenzando por Ronaldo. Mejor pensar en nosotros y en jugar todos juntos, pidiendo el balón, jugándolo. A los jugadores brasileños no les gusta ir detrás de la pelota, porque son muy ofensivos, así que hay que procurar tenerla al menos un rato nosotros. Tenerlo, tocarlo y jugarlo.

P. ¿ Algún presentimiento?

R. Mi única esperanza es que no haya demasiados nervios. Sueño con ganar al equipo número uno, y para ello espero que mi equipo tenga la misma ambición que el otro. Si es así, sea cual sea el resultado, ya me podré ir tranquilo.