La sociedad Ortega-Batistuta dispara la moral de Argentina

Una pancarta saludó la entrada de Argentina al Parque de los Príncipes en su partido contra Jamaica: "Un Mundial sin Maradona es como un baile sin chicas". A la salida, la hinchada, vestida con la zamarra de Batistuta, aclamaba al Burrito Ortega. Falta Diego, falta Redondo y, claro está, falta Gardel, pero el tango ya tiene pareja: Ortega-Batistuta.A la espera de medir la consistencia de Ortega, Batigol ya ha entrado en la leyenda del Mundial. Ha conseguido tres goles en un partido, como ya hizo en Estados Unidos frente a Grecia, gesta reservada sólo a futbolistas de la talla de Stabile (1932)...

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Una pancarta saludó la entrada de Argentina al Parque de los Príncipes en su partido contra Jamaica: "Un Mundial sin Maradona es como un baile sin chicas". A la salida, la hinchada, vestida con la zamarra de Batistuta, aclamaba al Burrito Ortega. Falta Diego, falta Redondo y, claro está, falta Gardel, pero el tango ya tiene pareja: Ortega-Batistuta.A la espera de medir la consistencia de Ortega, Batigol ya ha entrado en la leyenda del Mundial. Ha conseguido tres goles en un partido, como ya hizo en Estados Unidos frente a Grecia, gesta reservada sólo a futbolistas de la talla de Stabile (1932), Kocsis (1954), Pelé (1958), Müller (1970), Lineker (1986) o Michel (1990). No necesitó más de diez minutos para convertir el triple número 32 en la historia del Mundial. No es un récord, pues el húngaro Kiss le metió otros tres a El Salvador en solo seis en el Mundial de España, pero la marca acredita su racha: ha marcado en los últimos cinco partidos que ha jugado: ante Bosnia, Chile, Suráfrica, Japón y Jamaica, y si se computan sus últimos siete encuentros, totaliza 10 goles.

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Dicen los argentinos: "Batistuta siempre está". Cumplidos los 29 años, el ariete quiere que el Mundial sirva para firmar su pase a un club que pelee por el título. El Parma y el Barça se lo disputan, pese a que el Fiorentina se resiste a perderlo. Nada como el título de pichichi en Francia para un buen traspaso.

"Yo no me marco retos personales sino de equipo, y Argentina ha venido a por el Mundial, como otros seis o siete equipos", apunta, ante la mirada de Passarella. Reñidos antes, ahora están a partir un piñón. Dice el delantero centro que tenía razón el seleccionador cuando le aseguró que no le garantizaba la zamarra celeste si no trabajaba más tiempo con el grupo. Y responde el técnico que el ariete le ha agregado más dinámica al equipo, se mueve por más sectores del campo, combina incluso y es capaz de tirar una pared. "Antes jugaba solo", recuerda Batigol, "pero me fue muy bien últimamente con el Fiorentina. El equipo se volvió más ofensivo y mejoré mi estilo". Dejó de ser un llanero solitario para convertirse en un futbolista de equipo, en un jugador más integral.

Passarella, contento

Reintegrado Batistuta a la dinámica de equipo que pretende Passarella, el técnico suspira ahora por reconvertir a Ortega. "Frente a Jamaica resultó desequilibrante por su inteligencia tanto en lo personal como en el juego de equipo", aseveró el seleccionador. La prensa, crítica con el individualismo de Ortega ante Japón, vio a un nuevo Burrito en París. Sin perder el contacto con la pelota, se mostró más altruista y percibió los desmarques de Batistuta."Tanto Ortega como Batistuta han trabajado mucho", se felicitó Passarrella. "Si el equipo progresa en su mejora", acaba el técnico, "pelearemos por la Copa".

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