El eficaz último minuto austriaco

Austria ha jugado ya dos partidos, pero toda su historia en este Mundial se reduce a dos minutos: el último de cada uno de sus dos duelos, frente a Camerún, y contra Chile. Ha jugado mal en las dos ocasiones, peor siempre que su rival, pero todavía no ha perdido. Iba camino de ello ante Camerún, pero un remate seco de Polster a la salida de un córner en el último suspiro lo impidió (1-1). Y ayer repitió escena. Chile le tenía contra las cuerdas tras el gol de Salas, pero en el aliento final llegó Vastic, se inventó un derechazo brutal y salvó a su equipo (1-1).Chile cuenta su recorrido en té...

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Austria ha jugado ya dos partidos, pero toda su historia en este Mundial se reduce a dos minutos: el último de cada uno de sus dos duelos, frente a Camerún, y contra Chile. Ha jugado mal en las dos ocasiones, peor siempre que su rival, pero todavía no ha perdido. Iba camino de ello ante Camerún, pero un remate seco de Polster a la salida de un córner en el último suspiro lo impidió (1-1). Y ayer repitió escena. Chile le tenía contra las cuerdas tras el gol de Salas, pero en el aliento final llegó Vastic, se inventó un derechazo brutal y salvó a su equipo (1-1).Chile cuenta su recorrido en términos similares, pero a la inversa. Ganaba 1-2 a Italia en su estreno, pero un penalti a cinco minutos del final le castigó al empate (2-2). Y ayer, cuando ya se veía con la victoria, y casi clasificada, llegó a su hora el inevitable, puntual y eficaz último minuto austriaco para aguar la fiesta.

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