AJEDREZ

Krámnik, fiel al cerrojo, provoca otro empate en la octava

El resultado final puede darle la razón, pero el cerrojo a ultranza de Vladímir Krámnik frustra a los aficionados. A pesar de su desventaja en el marcador, el ruso buscó ayer con descaro el empate, que se firmó tras sólo 18 movimientos, en la 8ª partida de las 10 previstas. El español Alexéi Shírov domina ahora por 4,5-3,5 y está a un punto de ser el retador de Gari Kaspárov. La novena se disputa mañana.

Krámnik, de 22 años, 3º del mundo, se parece muy poco al adolescente que maravilló a los espectadores en la Olimpiada de ajedrez de Manila, en 1992. Kaspárov, capitán del equipo rus...

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El resultado final puede darle la razón, pero el cerrojo a ultranza de Vladímir Krámnik frustra a los aficionados. A pesar de su desventaja en el marcador, el ruso buscó ayer con descaro el empate, que se firmó tras sólo 18 movimientos, en la 8ª partida de las 10 previstas. El español Alexéi Shírov domina ahora por 4,5-3,5 y está a un punto de ser el retador de Gari Kaspárov. La novena se disputa mañana.

Krámnik, de 22 años, 3º del mundo, se parece muy poco al adolescente que maravilló a los espectadores en la Olimpiada de ajedrez de Manila, en 1992. Kaspárov, capitán del equipo ruso, tuvo que presionar mucho a las autoridades deportivas de su país para que la joven promesa fuera incluida en la selección. El formidable juego de Krámnik, que contribuyó decisivamente a la medalla de oro, le dio la razón: "Creo que es el más firme aspirante a mi sucesión", dijo más tarde.

En los años siguientes, Krámnik no dejó de dar muestras de su enorme talento, produjo varias obras de arte y ganó en repetidas ocasiones a su antiguo maestro. Pero, por razones que nadie ha logrado explicar, la nueva estrella del ajedrez se convirtió de pronto en un conservador a ultranza, que sólo destapaba el frasco de sus esencias cuando no había más remedio.

Muchos suponían que ayer no había más remedio, dada la situación del marcador, y que Krámnik emplearía por fin la aguda defensa sicilian que tantos éxitos le dió en su época juvenil. Ni por esas: el ruso insitió en la Petrov, muy adecuada para quien busca el empate. Shírov, reacio a tirar la casa por la ventana cuando va ganando, tampoco arriesgó más de lo imprescindible. Cabe preguntarse si Krámnik mantendrá su exasperante táctica hasta el final: evitar a toda costa las posiciones abiertas.

Blancas: Shírov. Negras: Krámnik. 1 e4 e5 2 Cf3 Cf6 3 Ce5 d6 4 Cf3 Ce4 5 De2 De7 6 d3 Cf6 7 Cc3 De2 8 Ae2 g6 9 Cd4 a6 10 h3 Ag7 11 g4 Ad7 12 Af3 Cc6 13 Cc6 Ac6 14 Ac6 bc6 15 Ad2 h5 16 g5 Cd5 17 Cd5 cd5 18 0-0-0 Rd7. Tablas.

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