La lluvia pone en entredicho el dominio de Zülle

El trabajo pagó en la subida, pero la osadía triunfó en el descenso lluvioso. Un mínimo puerto, corto pero de rampas durísimas, situado estratégicamente a cinco kilómetros de la meta concedió más emoción a la carrera rosa que las 12 etapas anteriores. Pantani aprovechó para lanzar su anunciado ataque. Atento, Tonkov se fue con él. Mal colocado, Zülle empalmó después. Sólo Gotti, de entre los grandes favoritos quedó descolgado.Los tres hicieron hueco y coronaron destacados de un pelotón roto, pero les esperaba el descenso en una carretera estrecha y convertida en una pista de patinaje por la ll...

El trabajo pagó en la subida, pero la osadía triunfó en el descenso lluvioso. Un mínimo puerto, corto pero de rampas durísimas, situado estratégicamente a cinco kilómetros de la meta concedió más emoción a la carrera rosa que las 12 etapas anteriores. Pantani aprovechó para lanzar su anunciado ataque. Atento, Tonkov se fue con él. Mal colocado, Zülle empalmó después. Sólo Gotti, de entre los grandes favoritos quedó descolgado.Los tres hicieron hueco y coronaron destacados de un pelotón roto, pero les esperaba el descenso en una carretera estrecha y convertida en una pista de patinaje por la lluvia. Pantani, que bajaba desaforado, patinó el primero e hizo que Zülle se fuera a la hierba; Tonkov se quedó solo. Zülle bajó apretando los frenos, pero se salió en la siguiente curva; Pantani, poco después; a Tonkov, un coche le echó fuera. Los tres decidieron no arriesgar la vida por unos segundos. Les adelantaron los que buscaban el triunfo de etapa: el ataque en bloque del Asics. Bettini guió a Noé, que conquistó el liderato. Roux se había quedado en la subida y a Bartoli, que logró ganar la etapa. Pantani y Tonkov, con Rubiera y Domínguez, llegaron a 16 segundos; Zülle, a 24; Gotti, el gran derrotado del día, lo hizo a 59s.

Jalabert, en Euskadi

Jalabert, por su parte, derrotó a Olano al sprint en la tercera etapa de la Bicicleta Vasca. Ullrich perdió cerca de un minuto tras un coerte en el último puerto del día.