BALONCESTO: NBA

La defensa de Chicago Bulls vuelve a derrotar a Indiana

Michael Jordan, con 41 tantos volvió a ser la estrella

Chicago le está aplicando un tercer grado defensivo a Indiana (104-98, 2-0 en la serie) y los chicos de Larry Bird están sucumbiendo atrapados en una telaraña que por momentos adquiere la impenetrabilidad de una pared de hormigón. Si Jordan es el genio y figura de los Bulls (ayer fueron 41 puntos), la defensa es la base sobre la que sustenta su dominio en la Liga, el flotador al que se acogen cuando las cosas no marchan bien. Y las cosas no iban bien en el primer tiempo del segundo partido de la serie. Indiana es hueso duro de roer y gracias al dominio en el rebote que posibilitó la ausencia d...

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Chicago le está aplicando un tercer grado defensivo a Indiana (104-98, 2-0 en la serie) y los chicos de Larry Bird están sucumbiendo atrapados en una telaraña que por momentos adquiere la impenetrabilidad de una pared de hormigón. Si Jordan es el genio y figura de los Bulls (ayer fueron 41 puntos), la defensa es la base sobre la que sustenta su dominio en la Liga, el flotador al que se acogen cuando las cosas no marchan bien. Y las cosas no iban bien en el primer tiempo del segundo partido de la serie. Indiana es hueso duro de roer y gracias al dominio en el rebote que posibilitó la ausencia de Rodman en el quinteto titular (volvió a llegar tarde al Chicago Stadium) mantuvo discretas ventajas hasta el descanso (47-52).Alguien tocó la trompeta en el vestuario y los Bulls cerraron filas. Tanto que su defensa se convirtió en una auténtica pesadilla para los Pacers. La peor parte la llevaban otra vez Jackson y Miller. Pippen perseguía al base de Indiana por toda la cancha y no sólo le robaba la cartera en cuanto se descuidaba, sino que por su diferencia de altura le impedía jugar a Jackson donde más le gusta, en el poste alto. A Miller se le pegó Harper como una lapa y Jordan siempre estaba atento para echar una mano. Las pérdidas de balón se sucedían (hasta 20) lo que producía efectos devastadores (motivaron 20 puntos de los Bulls). Si no llega a ser por la experiencia de Mullin, el partido se hubiese decidido mucho antes. Pero Indiana tiene mas vidas que un gato, y mantuvo la compostura (80-74, final del tercer cuarto). Lo que ya no pudo evitar fue que Jordan cogiese la batuta y decantase el encuentro. Su actuación fue de menos a más hasta llegar a poner un broche de oro con dos jugadas portentosas cuando más se necesitaba (98-95 a falta de 2 minutos).

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