Contradicción en torno a las claves
El Juventus siente que va a ganar, podría decirse incluso, aunque trata de disimurlo, que está seguro de ello. En eso coinciden todos y cada uno de sus jugadores. En lo que no se ponen de acuerdo los italianos es cómo y cuándo van a lograrlo, en donde se esconde la clave de la reunión de esta noche. Por ahí cada uno tiene su propia teoría, su particular intuición, y llegan a mostrarse incluso contradictorios.Para Torricelli, y dado que "en ataque los dos conjuntos son muy fuertes", por dónde se va a resolver el partido, y en favor del Juventus según su criterio, es "en defensa". Di Livio se va...
El Juventus siente que va a ganar, podría decirse incluso, aunque trata de disimurlo, que está seguro de ello. En eso coinciden todos y cada uno de sus jugadores. En lo que no se ponen de acuerdo los italianos es cómo y cuándo van a lograrlo, en donde se esconde la clave de la reunión de esta noche. Por ahí cada uno tiene su propia teoría, su particular intuición, y llegan a mostrarse incluso contradictorios.Para Torricelli, y dado que "en ataque los dos conjuntos son muy fuertes", por dónde se va a resolver el partido, y en favor del Juventus según su criterio, es "en defensa". Di Livio se va a la otra punta del campo. "Tanto en defensa como en el centro del campo tenemos jugadores importantes, pero la clave va a estar en el ataque. Ahí se va a decidir el partido". Peruzzi, en cambio, señala al centro del campo, y por ahí hasta se encuentra preocupado: "Karembeu y Seedorf pueden marcar la diferencia". Pero Inzaghi no consiente que se le dé tanto valor a una línea, ni siquiera a un jugador: "La clave está en el conjunto, en quién juegue más unido, más como grupo. Y como en ese aspecto creo que no hay duda de que el Juventus es mejor, si mi equipo juega como sabe, ganará seguro".
Finalmente, Marcelo Lippi, siempre tan escéptico, tan desconfiado de las frases rotundas, sembró de dudas las afirmaciones de sus pupilos. "Cada equipo tiene armas en todas sus líneas", dijo, "y es un enigma saber por cúal se resolverá la final".
El Juventus también aparece más motivado, precisamente por esa final perdida en el 97. "Este año", dice Iuliano, "estamos más rabiosos. La derrota ante los alemanes nos ha dejado un amargor en la boca que nos va a venir muy bien".
Zidane reconoce que él personalmente cuenta con otra ventaja, que tiene más que ver con lo psicológico que con otra cosa. Ahora se siente aliviado: "Menos mal que el rival no es un equipo alemán". La frase se comprende por la triste experiencia que tiene el francés con las finales: perdió hace dos años ante el Bayern la de la Copa de la UEFA, y el pasado ante el Borussia, la de Liga de Campeones.