Anguita rectifica y dice que no dejará la secretaría general del PCE
Julio Anguita ha anunciado a sus fieles que no presentará su dimisión como secretario general del PCE, en contra de lo prometido por él mismo hace varios meses. Las batallas internas por el control del partido han desbaratado sus planes, en los que se incluían traspasar a Francisco Frutos -actual número dos del PCE- la secretaría general antes del congreso previsto para el próximo mes de diciembre.
Al final, siempre es posible dar un paso atrás. Hasta Julio Anguita, que tiene a gala no hacerlo ni para tomar impulso. En esta ocasión el máximo líder del PCE ha reconsiderado su decisión de...
Julio Anguita ha anunciado a sus fieles que no presentará su dimisión como secretario general del PCE, en contra de lo prometido por él mismo hace varios meses. Las batallas internas por el control del partido han desbaratado sus planes, en los que se incluían traspasar a Francisco Frutos -actual número dos del PCE- la secretaría general antes del congreso previsto para el próximo mes de diciembre.
Al final, siempre es posible dar un paso atrás. Hasta Julio Anguita, que tiene a gala no hacerlo ni para tomar impulso. En esta ocasión el máximo líder del PCE ha reconsiderado su decisión de abandonar la secretaría general del PCE antes del próximo congreso, según han confirmado miembros de la ejecutiva permanente de IU. De acuerdo con estas fuentes, el secretario general del PCE y coordinador general de IU anunció hace unos días que había decidido que continuaría al frente del partido hasta el mes de diciembre. El pasado fin de semana, durante el Consejo Político de IU, el propio Anguita prefirió dejar sin respuesta la pregunta de uno de los periodistas sobre su abandono de la secretaría general. Sí confirmó que se trataba de su último mandato, tal y como preven los estatutos, y que, en consecuencia, no será ya el máximo dirigente del PCE. Pero sus palabras fueron lo suficientemente confusas como para no dejar claro si llegaría a diciembre o no, aunque ya lo hubiera aclarado a sus fieles.
Anguita tenía previsto dejar la secretaría general antes del congreso, previsiblemente durante el mes de mayo. Los planes incluían la designación de Francisco Frutos como su sucesor. Frutos llegaría así al cónclave comunista como virtual secretario general, con lo que se evitaría que el congreso terminara por ser únicamente un debate sucesorio. La candidatura de Frutos a la máxima responsabilidad del partido vendría avalada por estos meses de trabajo y por el papel que ha venido desempeñando desde el último congreso. Se le pueden achacar otras cosas, pero nadie niega que él es quien dirige activamente la organización.
La operación de señalar a Frutos como secretario general rompía, sin embargo, un acuerdo no escrito y asumido tras el anterior congreso del PCE. En él -y ante la aparente sorpresa del propio Frutos- Anguita anunció en plenario que "ni él ni Paco Frutos" se volverían a presentar a la dirección del PCE. En los planes de Anguita, hace tres años, entraba la figura de Felipe Alcaraz como la persona que ocuparía la secretaría general. Gaspar Llamazares (PCE de Asturias), o Joan Ribó (PCE de Valencia) han sido otros nombres que, en uno u otro momento, se han venido barajando.
Pero en tres años mudan personas, ideas y planes. Y dentro del PCE se ha generado una batalla por el control de la organización. Siempre se puede rectificar. Y Anguita lo hizo, forzado por quienes no han querido que Alcaraz, líder de la federación andaluza, la más poderosa del PCE, controlara a los comunistas. Así que volvió sus ojos hacia Frutos, al que terminó por ungir como elegido, dándole la ventaja de llegar al congreso como virtual secretario general.
Sin embargo, el malestar provocado por el anuncio de la dimisión de Anguita y, sobre todo, por la investidura como candidato oficial de Francisco Frutos, ha llevado al líder del PCE a replantearse nuevamente su postura. Según las fuentes consultadas, no habrá dimisión antes de diciembre, aunque ello lleve a un congreso de pura sucesión y a una confrontación abierta entre los varios candidatos que -ahora sí- ven abierta la carrera hacia la secretaría general.