Cuatro muertos en la N-V al saltar un coche la mediana y chocar con otro
La boda se convirtió en un entierro. Gerardo Paredes, de 51 años, emprendió ayer el camino de Guadalupe (Cáceres) para llevar a su hija Cristina el vestido blanco con el que iba a casarse el 2 de mayo. Le acompañaba Juan Pérez Esteban, de 73 años, el padre del novio. En la recta del kilómetro 26,700 de la carretera de Extremadura (Navalcarnero), el vehículo se salió de la calzada, saltó la mediana y chocó frontalmente con un furgón de la empresa Piscinas Navas, de Navalcarnero, en el que viajaban el dueño de la empresa y un empleado. Todos murieron. La tragedia sobrevino a las 11.30. El coc...
La boda se convirtió en un entierro. Gerardo Paredes, de 51 años, emprendió ayer el camino de Guadalupe (Cáceres) para llevar a su hija Cristina el vestido blanco con el que iba a casarse el 2 de mayo. Le acompañaba Juan Pérez Esteban, de 73 años, el padre del novio. En la recta del kilómetro 26,700 de la carretera de Extremadura (Navalcarnero), el vehículo se salió de la calzada, saltó la mediana y chocó frontalmente con un furgón de la empresa Piscinas Navas, de Navalcarnero, en el que viajaban el dueño de la empresa y un empleado. Todos murieron. La tragedia sobrevino a las 11.30. El coche de los padres de los novios inició la maniobra de adelantamiento a un camión cuando circulaba a la altura del hotel Las Vegas. Según la Guardia Civil de Tráfico, en ese momento el coche se salió del carril veloz. "Dio un volantazo", explicó a los agentes un conductor que circulaba inmediatamente detrás. El vehículo, un Peugeot 306, golpeó en el techo a un Renault 11 que circulaba en la otra dirección. Rebotó y se empotró contra el furgón, donde viajaban el empresario Bienvenido González Martín, de 33 años, casado y con tres hijos, y su empleado Francisco Javier Novillo, de 25.
La furgoneta estaba llena de sacos de material para construir una piscina en un chalé de Móstoles. Los restos del cemento y los ladrillos se confundían en el asfalto con los puros que los consuegros habían comprado para la boda.
PASA A LA PÁGINA 3
La Cruz Roja considera 'punto negro' el lugar del choque
VIENE DE LA PÁGINA 1Las cuatro víctimas del accidente fallecieron en el acto, según los médicos del 061 del Insalud y de la Cruz Roja que llegaron al lugar del siniestro. El padre del novio murió decapitado, según los bomberos de la Comunidad de Madrid que acudieron a la zona para limpiar la calzada y levantar los vehículos.
Rafael, el conductor del Renault 11 sobre el que rebotó el coche de los consuegros antes de empotrarse con el furgón, estaba muy afectado psíquicamente, aunque resultó ileso. "Estoy vivo de milagro. He visto una mancha roja sobre mí. El Peugeot ha rebotado en mi coche y luego ha chocado contra la furgoneta", agrego este letrado, que acababa de estar en los juzgados de Navalcarnero con la forense.
Rafael Basterrenechea, representante de Eroski, vio muy de cerca el accidente. Circulaba justo detrás de la furgoneta siniestrada. "Yo también he vuelto a nacer. Iba a adelantar a la furgoneta cuando he visto que el Peugeot pasaba la mediana y después chocaba contra ella".
El percance sobrevino en una recta considerada como un punto negro habitual de la carretera de Extremadura, según precisa la Cruz Roja de Móstoles. En ese kilómetro 25, una recta de gran visibilidad que atraviesa el río Guadarrama, se han registrado 40 accidentes en dos años, cuatro de ellos mortales. A la Dirección General de Tráfico sólo le consta un accidente mortal en 1997.
El accidente ocasionó atascos de al menos seis kilómetros en dirección Madrid en la carretera de Extremadura. Las retenciones, que comenzaron a las once y media de la mañana, se acabaron a las dos y media de la tarde.
La muerte del empresario Bienvenido y su empleado, Francisco Javier, sobrecogió ayer a los vecinos del pueblo de Navalcarnero. Eran muy conocidos y vivían en la urbanización de Vistahermosa.