Decepción de Sainz en el Rally Catalunya

El piloto madrileño sigue líder del Mundial tras el triunfo de Auriol

Puede que el segundo sufra la decepción del primer perdedor. Quizá duela acabar cuarto porque significa quedarse a la puerta del podio. Pero en la carrera de fondo llamada Mundial de rallies nada atormenta más que terminar séptimo, colocación que inaugura la nómina de los que no merecen puntos para el campeonato. Tal decepción experimentó ayer Carlos Sainz (Toyota) al final del Rally de Catalunya, la quinta carrera de la temporada, en el que venció su compañero francés Didier Auriol. La irregular prestación del piloto madrileño en la prueba de casa concluyó con un incidente -tuvo problemas en ...

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Puede que el segundo sufra la decepción del primer perdedor. Quizá duela acabar cuarto porque significa quedarse a la puerta del podio. Pero en la carrera de fondo llamada Mundial de rallies nada atormenta más que terminar séptimo, colocación que inaugura la nómina de los que no merecen puntos para el campeonato. Tal decepción experimentó ayer Carlos Sainz (Toyota) al final del Rally de Catalunya, la quinta carrera de la temporada, en el que venció su compañero francés Didier Auriol. La irregular prestación del piloto madrileño en la prueba de casa concluyó con un incidente -tuvo problemas en la llanta de un neumático después de tocar el talud de una cuneta- que le retrasó definitivamente. No obstante, logró conservar el liderato en el Mundial. Sainz contempló de cerca la coronación de su compañero. Auriol puso Fin a tres años de sequía. No había ganado desde Córcega en 1995. Su 19ª victoria le deja a dos del récord que comparten Sainz y Kankkunen. También le sirvió para dar a Toyota el primer éxito en asfalto del Corolla, pagando así la falta de confianza de su escudería, que le había relegado al papel de tercer piloto, por detrás de Sainz y del belga Freddie Loix, segundo clasificado en el Catalunya.

El piloto español intentó acabar tercero y lograr el éxito total de su equipo, además de sumar puntos valiosos para. su cuenta en el Mundial. Sin embargo, recién empezada la etapa final, en Col de Santigosa, su rueda delantera izquierda se quedó en la llanta tras golpear un talud. El incidente le costó un minuto y le llevó del tercer al octavo lugar de la general. Después sólo logró recuperar un puesto.

"Es decepcionante acabar así", reconoció el piloto madrileño, aclamado en la meta de Lloret de Mar. "Sabe mal por la gente que nos ha apoyado y también es una lástima que no hayamos sumado puntos". El ligero fallo que le retrasó constituyó la muestra clara de lo que se vio a lo largo del rally: Sainz aún no tiene el coche a su entero gusto para correr en asfalto.

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