Los huelguistas del metro insultan a Ruiz-Gallardón en la Asamblea

Desde los andenes del suburbano hasta el hemiciclo de la Asamblea de Madrid. El comité de huelga de Metro insultó ayer reiteradamente al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando, éste respondía en la Cámara a sendas preguntas de la oposición sobre los paros parciales que desde diciembre padece el suburbano de la capital. Ayer, en una nueva jornada de huelga, hubo retrasos de hasta 20 minutos en varias líneas.

/ A. CRIADO, Una decena de representantes del comité de huelga de Metro convirtió ayer el pleno de la Asamblea de Madrid en una olla de grillos. Los reiterados insultos ...

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Desde los andenes del suburbano hasta el hemiciclo de la Asamblea de Madrid. El comité de huelga de Metro insultó ayer reiteradamente al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando, éste respondía en la Cámara a sendas preguntas de la oposición sobre los paros parciales que desde diciembre padece el suburbano de la capital. Ayer, en una nueva jornada de huelga, hubo retrasos de hasta 20 minutos en varias líneas.

/ A. CRIADO, Una decena de representantes del comité de huelga de Metro convirtió ayer el pleno de la Asamblea de Madrid en una olla de grillos. Los reiterados insultos de los sindicalistas a Ruiz-Gallardón y a los parlamentarios del PP rozaron el escándalo. Uno de los huelguistas remató su invectiva con un sonoro "¡hijos de puta!", dirigido a los escaños populares.Ruiz-Gallardón se enfrentó a las críticas de los jefes de la oposición, Jaime Lissavetzky y Ángel Pérez (IU), quienes le culparon de incrementar la tensión laboral en el metro tras anunciar un acuerdo con UGT que no han respaldado los afiliados a este sindicato. Jaime Lissavetzky tildó al presidente regional de "torpe, imprudente, irresponsable e ineficaz". Pérez acusó al PP de utilizar a la policía para impedir que los trabajadores puedan ejercer su legítimo derecho de huelga: "Ustedes confunden el Estado de derecho con el Estado de derechas".

Cuando Ruiz-Gallardón comenzó su réplica a la oposición, los sindicalistas se removieron en la tribuna de invitados. "Es falso que la policía impida el derecho de huelga. Lo único que impide es que se ejerza la violencia contra quienes quieren trabajar, señaló el presidente. "¡Mentira!", le gritó un sindicalista. "Hemos alcanzado un buen acuerdo con dos sindicatos", siguió Ruiz-Gallardón. ¡Aplícatelo a ti!-", le gritaron los alborotadores. "Ya se han acogido a este acuerdo de eficacia limitada 1.500 trabajadores [según CC OO, sólo de los 5.000 empleados del suburbanol", explico el dirigente popular. "¡Bajo coacción.!", le esperaron los huelguistas. "Llegará un día en que las razones se impongan sobre los gritos", concluyó Ruiz-Gallardón. Los sindicalistas le replicaron: "¡Vosotros, fascistas, sois los terroristás! ¡Más negociación, menos represión!".

La tensión protagonizó también las dos horas de paro, de siete a nueve, realizadas por la mañana en el metro. El secretario de Comisiones Obreras de Metro, Javier Pérez, afirmó que la Policía había cargado contra un piquete en la estación de Príncipe Pío por la mañana, pero desde la Delegación del Gobierno se negó el incidente. "La policía desalojó a los miembros de un piquete de los vagones y e armó una trifulca. A esa hora, los vagones estaban repletos de pasajeros y la carga fue, incomprensible", señaló el portavoz del comité de huelga. La versión de la empresa fué distinta: "Un tren se quedó parado en el túnel entre las estaciones de Tribunal y Plaza de España. Esto provocó que se quedaran bloqueadas las unidades que había en otras estaciones mientras se intentaba retirar el coche averiado. El tiempo que estuvieron los trenes parados encrespó a los pasajeros, que increparon a los que veían con uniforme", afirmó un portavoz de Metro, en alusión a los guardías de seguridad. La Delegación del Gobierno informó de que, como consecuencia de una avería en la línea 10 y al negarse los usuarios a abandonar el tren, se produjeron incidentes sin relevancia. La jornada de paros acabó con seis trenes dañados y retrasos de, hasta 20 minutos en algunas líneas.

La tensión afloró, de nuevo por la tarde en la protesta de huelguistas ante la sede de la Consejería de Transportes, en la calle de Maudes. Varios manifestantes, que lanzaron huevos contra el edificio, se enfrentaron a la policía cuando, ésta les impidió cortar el trafico en la calle de Raimundo Fernández Villaverde.

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