'Los niños no paraban de gritar, tenían todos los cristales encima"

Los primeros instantes tras el accidente fueron de confusión y nerviosismo: "Los niños estaban dentro del autobús", relataba uno de los efectivos de Protección Civil, "y tenían todos los cristales de los parabrisas encima. No paraban de gritar y cuando intentábamos preguntarles quiénes eran las chicas muertas cada uno decía un nombre". Dos jefes de Protección Civil explicaban que, a pesar de la magnitud de la tragedia, la suerte había acompañado porque ningún vehículo se había incendiado como suele ocurrir en estos casos.La noticia se difundió rápidamente por los pueblos de la zona, donde resi...

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Los primeros instantes tras el accidente fueron de confusión y nerviosismo: "Los niños estaban dentro del autobús", relataba uno de los efectivos de Protección Civil, "y tenían todos los cristales de los parabrisas encima. No paraban de gritar y cuando intentábamos preguntarles quiénes eran las chicas muertas cada uno decía un nombre". Dos jefes de Protección Civil explicaban que, a pesar de la magnitud de la tragedia, la suerte había acompañado porque ningún vehículo se había incendiado como suele ocurrir en estos casos.La noticia se difundió rápidamente por los pueblos de la zona, donde residen todos los jóvenes que viajaban en el autobús. La desesperación y las lágrimas se fueron multiplicando a medida que se conocían más datos. Dos mujeres preguntaban por los nombres de las jóvenes fallecidas mientras que un miembro de la Policía Local de El Cuervo decía con voz temblorosa: "Dos niñas han muerto, no podemos confirmar aún sus identidades. Una es de Lebrija y otra de El Cuervo".

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En la zona acotada por las fuerzas de seguridad una grúa retiraba los restos de la furgoneta y la cabina del camión. El informe de la Guardia Civil especificaba: "Para sacar a las personas [fallecidas] se ha tenido que levantar el camión con el contenedor porque estaban justo debajo". Hasta bien entrada la tarde, no se pudo conocer con certeza el trágico balance de víctimas: seis muertos y casi 28 heridos (al principio se habló de 40), cuatro de ellos muy graves, en su mayoría jóvenes que ocupaban el autocar que les llevaba a centros educativos de Jerez.

Una madre 12 horas muerta

Los primeros datos indicaban que en la furgoneta viajaban un matrimonio y sus dos hijos, residentes en Alcalá del Río (Sevilla) e incluso se dieron sus identidades: Francisco Navarro Salguero, de 42 años; su esposa, Amalia Cobos Viguín, de 32; y sus hijos Matilde, de 15 años, y Jesús Antonio, de nueve. Sin embargo, doce horas después del accidente la Junta de Andalucía aseguraba que Amalia no viajaba en la Mercedes y que el cuarto fallecido es José Hidalgo Pérez, de 23 años, amigo y ayudante de Navarro. Las otras dos víctimas mortales fueron Mercedes Sánchez Gómez, de 17 años, vecina de El Cuervo, y Angela Bellido Llamas, de entre 17 y 19 años, nacida en Lebrija, alumnas del instituto Alvar Núñez de Jerez.Las primeras reacciones a lo ocurrido se sucedieron al borde de la carretera. Los alcaldes de ambas localidades sevillanas lamentaron profundamente lo ocurrido. "Conocíamos a muchos de los que iban en el autobús y estamos realmente consternados", dijeron. El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, se mostró muy afectado por esta "auténtica tragedia". Según Torres, no influyeron las condiciones climatológicas ni el estado del vial. "Ha sido, simplemente, un desgraciado accidente", apostilló.

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