Marcelo Ríos desplaza a Sampras

Marcelo Ríos entró en la historia. No ha conseguido todavía ganar un título del Grand Slam, pero ayer se convirtió en el 14º número uno del mundo. Ganó al estadounidense Andre Agassi en la final del torneo de Cayo Vizcaino por 7-5, 6-3, 6-4 en 1 hora y 56 minutos, y desplazó a Pete Sampras del liderato del ATP Tour, que había dominado durante 102 semanas consecutivas -218 en total-. Ríos es el segundo número uno de la historia que accede a esta posición sin haber ganado aún ningún Grand Slam. El primero fue Iván Lendl, el 28 de febrero de 1983. El chileno es, además, el primer suramericano que...

Marcelo Ríos entró en la historia. No ha conseguido todavía ganar un título del Grand Slam, pero ayer se convirtió en el 14º número uno del mundo. Ganó al estadounidense Andre Agassi en la final del torneo de Cayo Vizcaino por 7-5, 6-3, 6-4 en 1 hora y 56 minutos, y desplazó a Pete Sampras del liderato del ATP Tour, que había dominado durante 102 semanas consecutivas -218 en total-. Ríos es el segundo número uno de la historia que accede a esta posición sin haber ganado aún ningún Grand Slam. El primero fue Iván Lendl, el 28 de febrero de 1983. El chileno es, además, el primer suramericano que alcanza el liderato mundial.Es probable que a los estadounidenses, que controlan el ATP Tour, el aspecto del nuevo número uno no les cuadre con sus planes. Sin embargo, es evidente que Ríos es un tenista capaz de revitalizar el juego con su imaginación y su preciosismo. Es un artista. Y sus características tanto humanas como deportivas responden a esta circunstancia.

Durante muchos años ha mantenido un litigio, que aún no está completamente cerrado, con los periodistas de su país., a los que les ha negado el pan y la sal. Conseguir una entrevista con él era algo poco menos que imposible. En las conferencias de prensa siempre se mostró huraño y agresivo. Sus respuestas, a veces fuera de tono y faltas de educación, no ayudaban a mejorar su imagen desgarbada, rematada con greñas y una gorra puesta al revés.

Sin embargo, a medida que su tenis le ha ido afirmando en el circuito, su carácter se ha ido modificando. A ello contribuyó también el hecho de que el año pasado firmara un contrato millonario con Nike. La firma norteamericana, siempre buscando una imagen distinta, cuida muy especialmente las formas. Y obligó al jugador a pasar cierto reciclaje con un psicólogo y con sus técnicos de imagen. Su debut con Nike ya fue muy comentado, porque se produjo justo a mitad del torneo de Wimbledon. Inició la competición jugando con una marca y la concluyó con otra. El cambio se produjo el martes de la segunda semana. Ríos perdió con Boris Becker. Fue un caso absolutamente atípico.

Sin embargo, romper su leyenda negra no le será fácil. Justo antes de. empezar el torneo de Cayo Vizcaíno, la prestigiosa revista estadounidense Sports Ilustrated le dedicó un amplio artículo que titulaba así: "El hombre más odiado del tenis". Fue como una bofetada para un jugador que está en un proceso evolutivo evidente. En el Lipton la presencia de su padre, Jorge, y de su novia, Patricia Larraín, en la grada supuso una ayuda psicológica importante para Ríos, que rompió un poco su imagen de antisocial.

Pero, probablemente, lo que más le ha ayudado han sido los resultados. El año pasado ganó su primer supernueve en Montecarlo. Y esta temporada la inició ganando en Auckland y disputando la final del Open de Australia. Y la prosiguió con otros dos éxitos en torneos supernueve: Indian Wells y ahora Cayo Vizcaíno. El liderato mundial es un regalo más, que se produce por una cierta apatía de Sampras y por la incuestionable progresión de su juego.