GENTE

PROTESTA CONTRA EL PODER

Berta Olsson, una camarera de 59 años de la ciudad sueca de Leksand, a unos 200 kilómetros al noroeste de Estocolmo, se ha cansado de los abusos de poder que se denuncian cada día en los medios de comunicación y se decidió a realizar una original protesta en solitario contra ellos. Una vez al mes viaja en autocar desde su ciudad hasta la capital, va a la comisaría de policía y paga las 175 coronas (3.400 pesetas) estipuladas para obtener el permiso de manifestarse públicamente y se instala frente a la entrada del Parlamento con una pancarta en la que alude a los contratos blindados de varios m...

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Berta Olsson, una camarera de 59 años de la ciudad sueca de Leksand, a unos 200 kilómetros al noroeste de Estocolmo, se ha cansado de los abusos de poder que se denuncian cada día en los medios de comunicación y se decidió a realizar una original protesta en solitario contra ellos. Una vez al mes viaja en autocar desde su ciudad hasta la capital, va a la comisaría de policía y paga las 175 coronas (3.400 pesetas) estipuladas para obtener el permiso de manifestarse públicamente y se instala frente a la entrada del Parlamento con una pancarta en la que alude a los contratos blindados de varios millones que se llevan los directores estatales y privados, en contraste con lo que recibe un trabajador en paro, los jubilados y los que no tienen un techo. Berta dice que es la primera vez que realiza una actividad política, pero que no puede soportar el egoísmo de los dirigentes cuando tantos lo están pasando tan mal. La ubicación de Berta frente al Parlamento hace imposible para los diputados evitar el encuentro con la protesta.-

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