Peor imposible

La eliminación del Barca en la Euroliga completa la peor actuación del baloncesto español en Europa desde 1983

Nunca los equipos españoles de baloncesto lo hicieron peor en Europa. Ésa es la triste conclusión una vez consumada la eliminación de su último superviviente esta temporada, el Barcelona, el pasado jueves, en los octavos de final de la Euroliga. Ninguno de los nueve equipos españoles que se repartieron en las tres competiciones continentales ha sido capaz de acceder siquiera a los cuartos de final: Barca y Estudiantes cayeron en los octavos de final de la Euroliga; el Real Madrid en los dieciseisavos; el Joventut, en los octavos de final de la Eurocopa; el Cáceres en los dieciseisavos, la ...

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Nunca los equipos españoles de baloncesto lo hicieron peor en Europa. Ésa es la triste conclusión una vez consumada la eliminación de su último superviviente esta temporada, el Barcelona, el pasado jueves, en los octavos de final de la Euroliga. Ninguno de los nueve equipos españoles que se repartieron en las tres competiciones continentales ha sido capaz de acceder siquiera a los cuartos de final: Barca y Estudiantes cayeron en los octavos de final de la Euroliga; el Real Madrid en los dieciseisavos; el Joventut, en los octavos de final de la Eurocopa; el Cáceres en los dieciseisavos, la misma ronda en la que se despidieron. el León, el Tau y el TDK de la Copa Korac, competición en la que el Unicaja cayó en los octavos de final. Un desastre.Nunca había pasado algo semejante en los 14 años anteriores de existencia de la Liga ACB. Es más, siempre se había alcanzado cuando menos un título, excepción hecha de la temporada 1990-1991 en la que el Barça, el CAI y el Real Madrid coparon los subcampeonatos de las tres competiciones y de la temporada 1992-1993 en la que el Real Madrid fue cuarto en la final a cuatro, y el Natwest Zaragoza y el Barcelona, semifinalistas respectivamente de la Eurocopa y de la Copa Korac.

El tercer extranjero, las crisis vividas por los dos grandes que han conllevado el despido de sus entrenadores -Miguel Angel Martín y Manel Comas-, la mejora del nivel de juego de países como Grecia -el Paok cerró el camino del Madrid en la Euroliga y el Peristeri y el Aris eliminaron al León y al TDK en la Copa Korac-, Italia-el Kinder arrambló con el Estudiantes en la Euroliga y el Banco di Roma, con el Unicaja en la Korac-, Rusia -el CSKA privó al Barcelona de su sueño de estar el 21 de abril en el Palau Sant Jordi-, Croacia -el KK Zagreb acabó con el Cáceres en la Korac- o incluso Francia -el Villeurbanne cortó la trayectoria del Joventut en la Eurocopa- son algunos de los factores.

También se pueden agregar al debate la falta de solidez de muchos de los nuevos valores españoles que deben ir supliendo las ausencias de jugadores tan emblemáticos y de tanta calidad como los que formaron la generación de oro del baloncesto español y que poco a poco han ido desapareciendo de la escena: de los que conquistaron la medalla de plata en Los Angeles 84 sólo queda ya Andrés Jiménez y de los que obtuvieron la última medalla importante para la selección, en el Europeo de Roma 91, sólo Andreu, Orenga, Antúnez y Rafael Jofresa continúan a un aceptable nivel.

Y aquí podría agregarse el adiós a la Liga ACB de algunos valores interesantes como Reyes, Ferrán, Morales o Aísa, y de otros muchos jóvenes que pululan -como lo hacía hasta principios de año Rodrigo de la Fuente- en la Liga Universitaria americana. Tampoco los clubes españoles pueden competir por fichar los mejores extranjeros debido a la competencia y a la entrada en escena de países que están invirtiendo sumas impensables hasta ahora, como Turquía. Muchos factores para un examen de conciencia que precisamente tiene la oportunidad de hacerse en el foro abierto por la Asociación de Clubes -ayer se realizó la segunda sesión- y todos los agentes que protagonizan el baloncesto.

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