Sainz cumple, pero Makinen domina

El piloto madrileño segundo en la primera etapa en Montecarlo

El estreno de Carlos Sainz en su regreso a Toyota ofreció un resultado prometedor. Mereció buena crítica la actuación inaugural del piloto español al volante del Corolla World Rally Car. La nueva pareja mostró posibilidades desde el principio de la etapa que abrió la primera prueba de la temporada, el Rally de Montecarlo. En los primeros 120 kilómetros del curso, como es habitual en esta carrera disputados sobre un asfalto con condiciones cambiantes, Sainz ocupó siempre posiciones destacadas. Y acabó el día en segundo lugar, cediendo sólo ante la inesperada exhibición del campeón del mundo...

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El estreno de Carlos Sainz en su regreso a Toyota ofreció un resultado prometedor. Mereció buena crítica la actuación inaugural del piloto español al volante del Corolla World Rally Car. La nueva pareja mostró posibilidades desde el principio de la etapa que abrió la primera prueba de la temporada, el Rally de Montecarlo. En los primeros 120 kilómetros del curso, como es habitual en esta carrera disputados sobre un asfalto con condiciones cambiantes, Sainz ocupó siempre posiciones destacadas. Y acabó el día en segundo lugar, cediendo sólo ante la inesperada exhibición del campeón del mundo, el finlandés Tommi Makinen ( Mitsubishi), que le aventajó en más de un minuto.

En cuanto los coches se pusieron en marcha pasó lo de cada edición: imágenes de estrenos, caos organizativo, dudas por el asfalto, interrogantes con los neumáticos y resultados inesperados. Sainz también respondió a su etiqueta de maestro. Por eso se mantuvo todo el día rozando el liderato, a la vez que fue comprobando la competitividad de su nuevo vehículo. Y sólo al final cedió ante el empuje bestial de Makinen.

La estructura del Rally hace que los participantes sólo puedan cambiar de neumáticos cada dos tramos cronometrados. Así aumenta la incertidumbre, pues el estado del primero de ellos nunca es idéntico al del segundo. Se parece al ajedrez. Cada decisión debe contemplar más de una jugada. Y cobra trascendencia la tarea de los colaboradores -ouvreurs- que pasan por las carreteras un rato antes que los pilotos. Ocurrió así desde el inicio.

El primer tramo estaba mojado; el segundo -el famoso Col de Turini- presentaba nieve medio deshecha. Había que elegir entre varios tipos de gomas. Sainz acertó; otros se equivocaron. Y un error así se paga. El ejercicio se calcó otras dos veces. Cada pareja de pruebas dejó alguna víctima. El francés Didier Auriol, compañero de Sainz, al principio; los pilotos de Peugeot después; y todos los notables menos Makinen en la última parte del día. Todos perdieron tiempo, pero siguen. El español Oriol Gómez (Seat) se quedó en una cuneta.

Sainz sobrevivió a cada acertijo de neumáticos, pero Makinen lo hizo aún mejor, ganó cuatro de los seis tramos y acabó líder. La última cronometrada resultó espectacular: en 27 kilómetros, el finés arrasó. "Hemos ido bien para ser el primer día", explicó Sainz, " pero él va mejor. Hay que esperar". Hoy se disputa la segunda etapa, con 148 kilómetros y siete tramos cronometrados.

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